La policía turca ha vuelto a atacar a las Madres de los Sábados en la plaza Galatasaray de Estambul. Intentaban realizar una declaración para la semana 967 sobre las "desapariciones" bajo custodia del Estado y exigir castigo para los perpetradores en la avenida Istiklal. A pesar de que Tribunal Constitucional turco dio una sentencia a favor, el bloqueo de su lugar de concentración ancestral tampoco se levantó hoy. La plaza Galatasaray, en la céntrica avenida Istiklal, estaba ampliamente acordonada por barreras y rejillas a primera hora de la mañana, con coches patrulla y vehículos de transporte de prisioneros aparcados en las calles laterales. La policía antidisturbios se desplegó con un gran contingente para evitar que el grupo se acercara a la plaza.

Las Madres de los Sábados y las y los defensores de los derechos humanos fueron asediados por la policía después de comenzar a marchar hacia la plaza. Varios manifestantes fueron esposados y detenidos.

Contexto

En 1995, las mujeres de Estambul salieron a las calles por primera vez para llamar la atención sobre sus familiares que habían sido detenidos y luego desaparecidos. Desde un ataque a gran escala contra las Madres de los Sábados ordenado por el Ministerio del Interior  hace cinco años, la plaza Galatasaray ha sido una zona prohibida para las Madres de los Sábados. Pero esto es contrario al derecho a la libertad de reunión y manifestación según dictaminó el Tribunal Constitucional turco el 22 de febrero de 2023, rechazando la objeción del ministerio de que las Madres de los Sábados amenazaban la "protección del orden público". "Toda persona tiene derecho a participar en reuniones y manifestaciones pacíficas y sin armas sin permiso previo", dice el artículo 34 de la Constitución turca, que las autoridades de seguridad violaron al prohibir la acción y dispersar  por la fuerza a las Madres del Sábado desde agosto de 2018 y  en todas las posteriores oportunidades. Por lo tanto, el bloqueo de la plaza no es válido, dice el fallo judicial. El Ministerio del Interior turco y la policía de Estambul ignoran la sentencia y continúan reprimiendo violentamente a las Madres del Sábado.