A las puertas de la prisión fue recibida por compañeras y compañeros periodistas, así como por su familia. En una breve declaración frente al centro penitenciario, Necla Demir Arvas afirmó que el periodismo está siendo juzgado y criminalizado, y añadió: “Las mujeres desafiantes y amantes de la libertad que están dentro os envían sus saludos más cálidos. Estuve detenida ilegalmente durante tres meses por los programas que produje. Envío un saludo afectuoso a las mujeres que nunca se callaron y cuya solidaridad sentí profundamente mientras estaba en prisión”.
Demir añadió: “Mientras las mujeres sigan alzando la voz, seguirán defendiendo sus vidas. Y, por supuesto, nosotras seguiremos llevando sus voces y sus palabras. Durante la audiencia, cuando intenté hablar, el juez me interrumpió. La cuestión de las y los presos enfermos ha llegado a un punto crítico y sigue sin resolverse. Tengo esperanza de que quienes aún están dentro pronto recuperen su libertad. Y siguen resistiendo en prisión con ese mismo espíritu, fuerza y conciencia”.