La pandemia del coronavirus está causando un mayor deterioro de las condiciones de detención en las cárceles turcas. Mientras que decenas de miles de delincuentes violentos, entre ellos padrinos de la mafia que apoyan al régimen turco, son liberados como resultado de la reforma penitenciaria, el régimen carcelario de los presos políticos se deteriora drásticamente.

Hüseyin Bağ, que fue encarcelado en relación a la resistencia en Nusaybin de 2016, ha comenzado una huelga de hambre junto a dos compañeros de celda con motivo de las malas condiciones de la prisión tipo T que se encuentra situada en la ciudad de Elazığ. El preso político informó a su familia sobre su decisión por medio de una llamada telefónica.

Tortura en prisión

La hermana de Hüseyin, Kader Bağ, ha dicho lo siguiente sobre la llamada telefónica de su hermano: “Mi hermano denuncia que su celda es registrada por los guardias cada mañana. Las protestas contra este hecho acaban en violencia y tortura. Tienen un acceso muy limitado a la atención médica, igual que a los libros. Mi hermano nos dijo que hay infecciones [de Covid-19] en la cárcel, pero que no se les da ninguna información al respecto. Nos informó de que allí se practica todo tipo de torturas. Nosotros, como su familia, ya habíamos presentado una queja sobre esto antes y volveremos a hacerlo. Mi hermano dijo que no detendrán la huelga de hambre hasta que se cumplan sus demandas. Es esencial que sus demandas sean satisfechas”.