La policía turca atacó de nuevo a las Madres del Sábado en la Plaza Galatasaray de Estambul. La iniciativa quería hacer una declaración sobre las "desapariciones" bajo custodia estatal y exigir castigo para los perpetradores. Como en semanas anteriores, los manifestantes se enfrentaron a una represión policial y al menos 32 personas fueron detenidas por la fuerza, y con las manos atadas a la espalda.
Además de los miembros de las Madres del Sábado y familiares de las y los desaparecidos, entre los detenidos hay partidarios de la iniciativa y activistas de la sociedad civil. Dos mujeres, Maside Ocak Kışlakçı, hermana de Hasan Ocak, que fue torturada hasta la muerte en prisión en Estambul en 1995, y Besna Tosun, hija de Fehmi Tosun, quien también fue secuestrado por la policía civil armada en Estambul el mismo año y ha estado desaparecido desde entonces, lograron pasar las barreras y arrojar claveles a la plaza Galatasaray. "Este lugar nos pertenece. No renunciaremos a la Plaza Galatasaray y continuaremos exigiendo justicia y conocer el destino de nuestros desaparecidos", gritó Tosun a la policía.
Las Madres del Sábado desde 1995 han estado exigiendo información sobre sus familiares desaparecidos bajo custodia estatal durante la década de 1990 en la Plaza Galatasaray. Sus reuniones semanales se consideran la acción de desobediencia civil de más larga duración en Turquía. Desde una redada policial masiva en agosto de 2018, las manifestaciones en la plaza han sido prohibidas. Por orden del Ministerio del Interior, cada semana se emite una nueva orden de prohibición para las reuniones del grupo. Sin embargo, según una sentencia del Tribunal Constitucional turco de 22 de febrero de 2023, este accionar contradice el derecho a la libertad de reunión.
Desde abril, las Madres de los Sábados y sus partidarios han estado exigiendo la implementación de la sentencia en la Plaza Galatasaray. Sin embargo, el Ministerio del Interior y la policía siguen impidiendo que la iniciativa se reúna en su plaza tradicional.