Mihraç Miroğlu, de siete años, fue atropellado y herido mortalmente por un vehículo blindado mientras montaba en bicicleta en Idil, en la provincia de Şırnak, el 3 de septiembre. El conductor del furgón blindado de la policía fue detenido durante un breve periodo de tiempo y actualmente se ha reincorporado al servicio.
El gobernador de Şırnak, Ali Hamza Pehlivan, declaró tras el fatal incidente que el vehículo blindado circulaba a una velocidad razonable. El padre del niño asesinado, Salih Miroğlu, declaró entonces a la agencia de noticias MA: “Si el vehículo hubiera circulado despacio, mi hijo no habría salido despedido once metros”.
Según la Asociación de Derechos Humanos (IHD) de Amed, la muerte del niño de siete años no es un incidente aislado ni un accidente. En un informe publicado recientemente, señalan que 42 personas murieron entre 2008 y 2021 por haber sido atropelladas por un coche blindado policial o militar. 20 de las víctimas mortales eran niños.
Meltem Akboğa, de la Comisión de Derechos del Niño de la IHD de Estambul, considera que estas muertes son el resultado de la “política de impunidad”. La activista de derechos humanos ha dicho a ANF: “El hecho de que los incidentes mortales con vehículos blindados que han tenido lugar durante más de una década se produzcan principalmente en las provincias kurdas es una indicación de que no son accidentales. Desde los toques de queda declarados en 2015, estos incidentes se han hecho más frecuentes. Son el resultado de la negligencia y de una política de impunidad. Se violan los derechos de los niños a la vida y a la seguridad al permitir que los conduzcan militares y policías que no dominan estos vehículos. Los niños son atropellados mientras juegan en la calle o cuando se dirigen a la escuela, y algunos incluso han muerto en sus casas mientras veían dibujos animados o dormían. Como también confirman los residentes locales, los vehículos blindados, aparentemente destinados a la seguridad pública, circulan por los barrios residenciales de la región kurda a gran velocidad a todas las horas del día. No se toman medidas para evitar las muertes”.
No se ha conseguido nada con estas quejas. Exigimos que se tomen por fin medidas para que incidentes como la muerte de Mihraç no vuelvan a ocurrir. Garantizar la seguridad de los niños es una tarea fundamental de las fuerzas de seguridad”.
Meltem Akboğa ha señalado que las fuerzas de seguridad se ven alentadas a cometer conductas negligentes o intencionadas en tanto que los conductores implicados en los incidentes mortales no son sancionados: “Según la información que tenemos de la región, ninguno de los autores ha sido condenado todavía. Incluso el policía que atropelló a Mihraç ha sido puesto en libertad. Esta política de impunidad y desprecio por el derecho fundamental a la vida y la seguridad garantiza que se produzcan más muertes”.