Berbihîv Amed es miembro del Comité de Prisiones del Partido de Mujeres Libres del Kurdistán (Partiya Azadiya Jinê ya Kurdistanê - PAJK) y ha hablado con ANF sobre la resistencia de los prisioneros en los centros de detención de Turquía e Irán. Damos un extracto de la entrevista detallada, que trata, entre otras cosas, de la forma de acción de la huelga de hambre:

Según el Ministerio de Justicia turco, 2.300 prisioneros han muerto en las cárceles en los últimos 13 años. Eso es un promedio de 170 presos por año y 15 presos por mes. Por lo tanto, no es inusual y estas cifras deberían sorprender a todos los que se llaman seres humanos. En los últimos 13 años, casi cada dos días un prisionero enfermo ha perdido la vida. Los prisioneros enfermos también pertenecen al grupo de riesgo en la pandemia del Coronavirus.

Practica la pena de muerte

Según el Ministerio de Justicia, actualmente hay 620 prisioneros enfermos, de los cuales más de 200 están en peligro de muerte. La asociación de derechos humanos IHD nombra números aún más altos. Según ellos, 1.334 prisioneros están enfermos y 458 de ellos han sido certificados como no aptos para la detención por la medicina forense. Conocemos a los presos que tienen cáncer grave o enfermedad cardíaca o que han perdido sus brazos, piernas u ojos y que definitivamente no son autosuficientes. Normalmente, los presos que no son aptos para la prisión deben ser puestos en libertad de inmediato. Sin embargo, este no es el caso, continúan detenidos ilegalmente. La mayoría de ellos son presos políticos. La pena de muerte ha sido abolida, pero objetivamente hablando, se practica una pena de muerte prolongada.

Turquía: Una prisión abierta

Toda la sociedad está en una prisión abierta. El gobierno fascista no está satisfecho con este estado de cosas, castiga a todos los opositores. Quien está en oposición merece morir, en su punto de vista. Por ejemplo, los miembros de Grup Yorum murieron en huelga de hambre porque no se les permitió actuar en el escenario. Se resistieron y el precio fue la muerte. Los abogados todavía están en huelga de hambre y sus vidas también están en peligro. Las mujeres también están en desventaja en la prisión y, especialmente, la situación de los niños que están en prisión con sus madres arrestadas es inaceptable.

Resistencia carcelaria en Irán

En las prisiones coloniales de Turquía y Kurdistán, se han producido muchas luchas de prisioneros revolucionarios. La agenda fuera de las cárceles ha sido determinada por estas luchas varias veces. A pesar de las circunstancias adversas, se está montando resistencia contra los métodos fascistas. Esto no solo se aplica a las cárceles turcas, también en las mazmorras de Irán, hay una lucha contra la opresión y las condiciones carcelarias. El ejemplo más reciente es nuestro amigo Zeynab Jalalian. Está en prisión en Irán desde 2008. Durante el traslado de Xoy a la prisión de Qarchak fue infectada con el Coranavirus. Debido a que no se tomaron medidas de salud adecuadas, inició una huelga de hambre y aún continúa.

¿Qué más tenemos que perder?

Las asociaciones de ayuda a los prisioneros y los familiares externos tienen la tarea de hacer que esta política de prisiones estatales sea visible y denunciarla continuamente. Hay muchos métodos diferentes para esto. Es responsabilidad de la sociedad en su conjunto no tolerar la opresión y la anarquía en las cárceles por razones éticas, políticas y humanitarias y no guardar silencio al respecto. Exigir libertad para los presos políticos es una acción hermosa y correcta.

Como podemos ver en los medios de comunicación, los prisioneros en Osmaniye, Hilvan y Mardin han emprendido recientemente una huelga de hambre indefinida contra las condiciones de detención. No creemos que esta forma de acción contra las condiciones carcelarias sea correcta. En nuestra opinión, sería más correcto encontrar otros métodos de resistencia. En lugar de las huelgas de hambre de nuestros amigos encarcelados, debería haber acciones constantes afuera. Desde adentro hay constantes informes de muerte de todos modos. ¿Qué más tenemos que perder? ¿Arrestar? La ola de arrestos continúa. ¿Muerte? Nos matan todos los días. Hacemos un llamado a las familias de los prisioneros y todas las naciones para erigir un bloqueo de vida alrededor de las cárceles.