La protesta se llevó a cabo frente a la embajada rusa. Los activistas acusaron a Rusia de haber dado luz verde a Turquía.

El activista Imran Karaer habló con ANF y afirmó que el Estado turco atacó Rojava después de que Rusia le diera luz verde.

Manifestando que Erdoğan se sentía libre de atacar Rojava porque los EE.UU., Rusia y los países occidentales no se oponían lo suficiente a sus planes, Karaer añadió: "Nunca aceptaremos la invasión de Rojava. Seguiremos en las plazas hasta que las tropas turcas abandonen Rojava".

Muchos suecos también se unieron a la acción. Entre ellas, Caroline Faray, quien dijo que se unió a la manifestación para condenar la ocupación llevada a cabo por el estado fascista turco.

Faray dijo que el Estado turco tiene como objetivo eliminar el sistema igualitario y democrático establecido en Rojava mediante la realización de una limpieza étnica.

"11 mil hombres y mujeres luchadores perdieron la vida para proteger sus regiones y el mundo contra ISIS. - dijo Faray - Pero Estados Unidos y la Coalición Internacional han traicionado a los kurdos. El mundo entero debe oponerse a la ocupación".