La última sesión de la 18ª Conferencia Internacional "La Unión Europea, Turquía, Oriente Medio y los kurdos", organizada por la Comisión Cívica UE-Turquía (EUTCC) en el Parlamento Europeo de Bruselas, que comenzó el 6 de diciembre, se celebró bajo el título principal "Unión Europea y Turquía: cooperación y contradicciones".
En su intervención en la sesión moderada por Naif Bezwan, de la Universidad de Viena, Brando Benifei, del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, afirmó que existe una relación "compleja" entre Turquía y la Unión Europea, y señaló que esto afecta directamente a los kurdos.
Benifei dijo que fue observador internacional en el conocido como “Caso Kobanê”: "Fui testigo directo de esta opresión política".
El parlamentario italiano se refirió brevemente al impacto de la lucha de los kurdos y dijo que muchos movimientos en Italia se han inspirado, de hecho, en el pueblo kurdo. Benifei expresó su apoyo a esta “lucha democrática”.
Por otro lado, el diputado al Parlamento Europeo por el Estado español, Miguel Urban Crespo, afirmó que la situación en Turquía es mala. "Esto se debe a que la Unión Europea lo permite", puntualizó Crespo.
Afirmando que existe una presión extremadamente fuerte sobre los kurdos, Urban Crespo condenó enérgicamente las presiones sobre los presos y los ataques a las Madres de los Sábados.
Afirmando que el concepto de "terror" es utilizado como excusa por todos los regímenes autoritarios, Crespo continuó: "Erdogan impone una lógica de guerra tanto dentro como fuera de Turquía".
Afirmando que la guerra se ha convertido en una palanca extremadamente importante para Erdoğan, Crespo agregó: "Quiere destruir todos los intentos de pluralismo, incluidos los kurdos".
Afirmando que la cuestión de los refugiados dio a Erdoğan la oportunidad de intervenir en Europa, Crespo también señaló la crisis Suecia-OTAN afirmando que Turquía llevó sus elementos de presión a Europa y Europa no lo impidió.
Afirmando que la Unión Europea dispone de mecanismos de presión, Crespo señaló que, en este contexto, han sugerido repetidamente al Parlamento Europeo que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) sea retirado de la lista de organizaciones terroristas.
Señalando que la experiencia del pueblo kurdo no se quiere reflejar sólo en Turquía sino también en Europa, Crespo subrayó también la necesidad de la solidaridad militante.
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