Jêhat Bager, un valiente luchador por la nación kurda y su país

Jêhat Bager era un joven kurdo que conocía su historia, su cultura, su idioma y amaba la vida. Se convirtió en un luchador de la nación kurda, de su país. Con su última acción demostró lo valiente luchador que era.

GUERRILLA

Con una profunda conciencia y dominio de la guerra, Jêhat asumió la responsabilidad y participó en una acción en la zona de resistencia de Girê Hekarî el 13 de enero de 2024. Luchó hasta la última bala y cayó como mártir.

Jêhat Bager se dirigió a las montañas del Kurdistán en el verano de 2019, siguiendo la estela de la resistencia, rechazando la rendición, el silencio y la derrota. Estábamos trabajando en la cima de una colina y el camino era visible desde la colina en la que estábamos. Empezamos a mirar el camino y vimos a Jêhat venir hacia la colina en la que estábamos con algunos compañeros. Se movía hacia la colina riendo, como si lo hubieran arrastrado.

El cuerpo joven de Jêhat, su risa, su avance hacia nosotros, a pesar del clima caluroso y abrasador, nos hicieron recomponernos. Estaba claro por su forma de caminar, la forma en que su rostro sonreía, la forma en que vino y nos abrazó, la forma en que corrió a buscar agua para nosotros y los compañeros que venían con él, que Jêhat había cumplido su sueño de infancia de unirse a la guerrilla, que llevaba años soñando, deseando y luchando.

Aunque Jêhat era nuevo en la montaña, se acostumbró temprano. El primer día ocupó su lugar en el trabajo práctico. Inmediatamente se adaptó a la vida en la montaña. Lo logró con sus cualidades laboriosas, sacrificadas y trabajadoras. Cumplió con éxito todo lo que hizo de manera sólida, limpia, ordenada y disciplinada. Hizo todo lo que sus camaradas le pidieron.

Su participación en las actividades formativas fue decisiva y clara. Como sabía dónde estaba y por qué, cumplió con los requisitos. Preguntó lo que no entendía y compartió lo que sí. No ocultó lo que pensaba y cómo pensaba.

Fue sencillo y sincero en su vida. Abordó cada tarea con seriedad. Cualquiera que fuera el trabajo, trató de hacerlo con entusiasmo. Siempre podía ver las cosas de manera diferente y aportar una dimensión diferente. Después de completar su formación, partió a su primera misión con gran entusiasmo. Durante años intentó organizar a los jóvenes. Reclutó a jóvenes para las filas guerrilleras.

Ante los intensos ataques del Estado turco ocupante contra Zap, Avaşîn y Metîna, las Guerrillas de la Libertad del Kurdistán opusieron una magnífica resistencia. Jêhat se propuso ir al campo de batalla. Profundizó su entrenamiento militar hasta cierto nivel. Demostró que podía resistir en el lugar más difícil con su lucha, determinación, entusiasmo y postura. Se convirtió en un experto saboteador. Aprendió sobre la guerra de túneles y las tropas móviles. Por esta razón se trasladó a Metîna, donde la guerra era muy intensa.

Estuvo involucrado en muchos trabajos y actividades prácticas en Metîna. Dominó cada colina, cada posición enemiga, cada valle, montaña y piedra de la zona. También contribuyó a la realización de numerosas acciones guerrilleras en la zona.

Jêhat asumió la responsabilidad de la acción en la zona de resistencia de Girê Hekarî el 13 de enero de 2024. Participó en ella con una profunda conciencia y dominio del combate. Era consciente de la carga y el deber que le imponía ese período y la historia con el espíritu abnegado apoísta. Así, luchó hasta la última bala y cayó mártir.

Jêhat era un joven kurdo hermoso, valioso y consciente que conocía su historia, cultura e idioma, que leía e intentaba comprender a Rêber Apo [líder Abdullah Öcalan] y que amaba la vida. Se convirtió en un luchador de la nación kurda, de su país. Con su última acción demostró lo valiente luchador que era.