63 kolbars muertos y 233 heridos por fuerzas iraníes en 2024

La Organización de Derechos Humanos del Kurdistán anunció que 63 kolbars kurdos fueron asesinados por las fuerzas del régimen iraní durante 2024.

REPRESIÓN

Los kolbars son civiles kurdos que tienen que realizar transacciones comerciales en la frontera arriesgando sus vidas en las difíciles condiciones geográficas del Kurdistán oriental. Los kolbars, que son objeto de ataques frecuentes del régimen iraní, siguen luchando por su vida debido a las duras condiciones de vida y a los ataques de las fuerzas del régimen.

La Organización de Derechos Humanos del Kurdistán publicó un informe sobre los ataques a los kolbars en el Kurdistán Oriental durante 2024. Según los datos, el año pasado las fuerzas del régimen iraní mataron a 63 kolbars kurdos y hirieron a otros 233. La mayoría de los kolbars murieron o resultaron heridos como resultado del fuego directo de las fuerzas de seguridad iraníes.

Al destacar las violaciones de derechos humanos en la región, la organización subrayó que el régimen iraní impide sistemáticamente a las organizaciones de la sociedad civil y a los activistas del Kurdistán Oriental seguir e investigar dichas violaciones. Por este motivo, añadió, los datos anunciados pueden no reflejar totalmente la realidad.

Antecedentes

El Kurdistán oriental se ha sumido cada vez más en la pobreza a lo largo de los años debido a las políticas deliberadas del régimen iraní y se destaca como una de las regiones más pobres de Irán. En comparación con otras regiones, la zona ha experimentado una inversión significativamente menor y se ha frenado deliberadamente el desarrollo. No se ha permitido el desarrollo de la agricultura y la industria y, como resultado, el desempleo alcanzó el nivel más alto de Irán.

Frente a políticas de discriminación, opresión y empobrecimiento, llevar mercancías de contrabando no es una opción sino una necesidad para sobrevivir.

Kolbar proviene de las palabras kurdas “kol” (espalda) y “bar” (carga). Los kolbars se ganan la vida transportando cargas a lo largo de la peligrosa frontera. Sus cargas incluyen cigarrillos, teléfonos móviles, ropa, artículos para el hogar, té y, en raras ocasiones, alcohol. Caminan por terrenos peligrosos para continuar este comercio entre el sur y el este de Kurdistán. Las mercancías que traen se venden a precios elevados en Teherán, pero los kolbars que arriesgan sus vidas por ellas reciben una paga muy modesta.

Los intermediarios que reciben las entregas y encuentran compradores en las ciudades se llaman kasibkars. Los kolbars y kasibkars tienen entre 13 y 70 años. Algunos sólo han terminado la escuela primaria, mientras que otros son graduados universitarios. Transportan cargas porque no pueden encontrar otro empleo.