Comunicado de prensa en Amed: ¡Alto a la tortura, abran las puertas de Imralı!

En una manifestación en Amed para exigir la libertad del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan y una solución a la cuestión kurda, el abogado Rezan Sarıca apeló al gobierno: “Acaben con la tortura, abran las puertas de Imralı”.

Se emitió un comunicado de prensa en Amed (Diyarbakır) después de la prohibición de la Manifestación por la Libertad y la prevención de reuniones en toda la ciudad por parte de una gran fuerza policial.

Rezan Sarıca, uno de los abogados del bufete Asrin, se dirigió a las miles de personas que lograron reunirse en el barrio de Ofis y dijo: “Gracias a esta lucha, en 2019 mantuvimos conversaciones con Abdullah Öcalan en Imrali. Esto enaltece y amplía la esperanza de libertad. Saludos a quienes mantienen viva la esperanza de libertad”.

Sarıca dijo: “Como recordarán, el señor Öcalan expresó sus promesas de paz racional y negociación política democrática para la solución de los problemas sociales en Turquía y la región. En estas conversaciones, vimos que el señor Öcalan mantuvo su posición democrática, que tenía confianza en el futuro y que estaba muy entusiasmado con la construcción de la paz social. En ese momento, hicimos estas observaciones y advertencias históricas”.

El abogado Sarıca, al comentar el último encuentro con Abdullah Öcalan, recordó las siguientes palabras del líder del pueblo kurdo: "Estoy tratando de hacer espacio para los kurdos, vamos a resolver la cuestión kurda. Digo que puedo eliminar la posibilidad de conflicto en una semana. Puedo resolverlo, confío en mí mismo, estoy listo para una solución. Sin embargo, el Estado también debe ejercer su sabiduría estatal".

El abogado continuó: “Hemos comprobado que las observaciones de Öcalan eran absolutamente correctas. Mientras Öcalan luchaba por advertir a todo el mundo, Líbano y Rojava no habían entrado en un período de guerra, polarización y conflicto. Desde entonces, la cultura de la masculinidad que se espera de la guerra ha atacado aún más. En ese momento, cuando era evidente que todo el mundo estaba atrapado en cálculos estrechos, periódicos y políticos, Öcalan propuso una solución. Lo hizo en las condiciones de aislamiento sin precedentes de Imrali. Advirtió de que no podía existir un turco sin un kurdo y un kurdo sin un turco. Afirmó que el crecimiento de los kurdos sería paralelo al crecimiento de los turcos. Afirmó que los pueblos vivirían en paz en Oriente Medio. La mano extendida por el pueblo kurdo quedó colgando en el aire. Si se siguen aplicando enfoques y cálculos políticos como en el pasado, si se sigue negando la existencia de los kurdos de forma velada o de otro modo, esto debería abandonarse y deberían adoptarse proyectos estratégicos de paz. Cuando miramos atrás desde hoy, las declaraciones, determinaciones y predicciones históricas nos revelan una verdad. La postura del señor Öcalan prevé la supervivencia de la sociedad. Lo que tengo que decir hoy es la necesidad más básica: abolir la tortura, abrir las puertas de Imrali. Crear un entorno en el que el señor Öcalan pueda trabajar democráticamente”.