El Congreso Nacional Kurdo (KNK) publicó una declaración para conmemorar el 10 de diciembre, Día Universal de los Derechos Humanos.
La declaración dice lo siguiente:
"El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas anunció la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) - 30 derechos y libertades que establecen, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben ser protegidos universalmente para toda la humanidad. Se calificó como un hito en la historia de los derechos humanos. Los 30 artículos de la declaración contienen grandes afirmaciones que estipulan normas comunes de derechos humanos. El preámbulo comienza así: "Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana...".
Sin embargo, cuando se trata del Kurdistán, a lo largo de los 73 años de la declaración, los kurdos parecen haber sido excluidos de estas grandes declaraciones. Como región colonizada, el Kurdistán ha permanecido ajeno a esta histórica declaración. El Kurdistán está situado en el corazón de Oriente Medio, que tiene una importancia geopolítica y geoestratégica regional y mundial. Las acciones están dictadas por los intereses de la potencia desnuda, y no se da ningún papel a la protección de los derechos humanos. Turquía, miembro de la ONU, ha impuesto una estrategia antikurda claramente definida y sistemática, que se ha practicado mediante una persecución brutal y descarada, que incluye la expulsión, el encarcelamiento, el exilio, la tortura, el asesinato, el desplazamiento masivo y los ataques con armas químicas. Para los kurdos, la vía legal para obtener justicia por los crímenes sistemáticos y generalizados contra la humanidad que han sufrido a manos del Estado turco, ha sido bloqueada.
Öcalan y el PKK han luchado por la aplicación de la DUDH para los kurdos
La lucha de Abdullah Ocalan, el líder del pueblo kurdo, y su partido, el PKK, sigue esencialmente los mismos principios que la DUDH, insistiendo en que estos principios de derechos humanos también deben ser disfrutados por los kurdos. En respuesta, Ocalan, como líder de la lucha por la libertad kurda contra el colonialismo, se ha enfrentado a una intensa represión y aislamiento. Quien espere que los derechos humanos se apliquen también a los kurdos, no tiene más que ver las condiciones de la isla-prisión de Imrali, donde Öcalan permanece como rehén desde su secuestro en 1999.
Un espejo del caos: la prisión de la isla de Imrali
La prisión de la isla de İmralı, gobernada por el Estado turco, sigue teniendo un estatus extraordinario. El continuo confinamiento solitario de Ocalan, que ya dura 22 años, se basa en prácticas consideradas ilegales tanto por la justicia turca como por el sistema jurídico internacional. Las Naciones Unidas tienen la responsabilidad de garantizar que la DUDH se aplique, y se cumpla, también para Ocalan. El sistema İmralı sólo puede seguir existiendo con el consentimiento, o al menos con la completa indiferencia, de instituciones internacionales como la ONU. En todo el país, el pueblo kurdo es castigado con la ley marcial, mientras que, Ocalan, que ha estado trabajando continuamente por la paz y la justicia en Turquía, se enfrenta a un continuo confinamiento en solitario. Ocalan es un actor político, y su situación tiene también dimensiones políticas más amplias. La sociedad kurda, así como los analistas políticos, lo consideran un líder nacional y el representante político de los kurdos. En el Kurdistán, en Turquía y a nivel internacional, se sabe que una solución política sólo es posible en el diálogo con Ocalan.
La libertad de Ocalan puede garantizar la paz en el Kurdistán
Para lograr una solución pacífica a la cuestión kurda y, más ampliamente, para proteger los derechos humanos y garantizar la aplicación de la DUDH, las Naciones Unidas deben comprometerse con Ocalan. Como primer paso, deben abordar de inmediato el aislamiento y las condiciones de prisión inhumanas que se ve obligado a soportar. Según las "Reglas mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de los reclusos" (conocidas como Reglas Nelson Mandela) actualizadas en diciembre de 2015, los Estados tienen el deber de garantizar el ejercicio de los derechos de los reclusos, independientemente de su identidad y de la naturaleza de su encarcelamiento. El derecho al contacto con abogados y familiares es uno de estos derechos (Regla 58 a 63). Los kurdos son seres humanos y deben gozar de todos los derechos humanos detallados en la DUDH.
Pedimos a la ONU que garantice que la aplicación de la DUDH incluya a Öcalan y a todos los kurdos
Hacemos un llamamiento a todos los amigos del pueblo kurdo para que actúen por la libertad de Öcalan".