Se han organizado numerosos puntos de control entre Hakkari y Van. Los puntos de control se encuentran en los distritos de Kırıkdağ, Yeniköprü y Başkale, así como en las zonas de Bebleşin, Albayrak, Hosap, Zernek, Gurpinar-Van Junction y Kurubaş.

Los puntos militares y policiales se han convertido en una tortura para los ciudadanos que pierden horas en cada uno de ellos.

A pesar de que hay 200 km entre Estambul y Erzurum, no hay un solo punto de control en el trayecto, mientras que hay más de 20 entre Hakkari y Van.

La tensión es común, ya que la policía retiene a la gente durante horas en estos puntos, a menudo sin ninguna explicación. La tensión a menudo termina en insultos y los ciudadanos son acosados y, a veces, incluso detenidos.

Las ambulancias también son forzadas a esperar en los puntos de control

Hay kilómetros de vehículos en cola en cada punto de control. Las ambulancias también son forzadas a parar y esperar, sin importar que estén trasladando pacientes, embarazadas o personas mayores.

Cuando un trayecto de 3 horas se convierte en uno de 12

Los meses de invierno son muy fríos en Hakkari y en Van, y muchos viajeros son forzados a esperar durante horas en estos puntos de control.

Algunos conductores tratan de rodear estos puntos utilizando peligrosas carreteras de montaña.

El trayecto entre Van y Hakkari lleva normalmente alrededor de 3 horas, pero se ha convertido en una pesadilla de jornada de 12 horas.

Los ciudadanos que viajan entre Van y Hakkari han dicho a ANF: “La llamamos la ‘carretera de la tortura’. Me enfrento a todo tipo de hostigamientos en el camino. El Estado ha desplegado todo un ejército en esta carretera”.