Dos presos políticos kurdos ejecutados en Irán

Según la información proporcionada por la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN), los presos políticos kurdos, Sebir Şêxzade y Diyako Resulzade, fueron ejecutados en la noche del 13 de julio.

Se ha podido saber que ambos prisioneros fueron llevados a celdas individuales en la prisión de Urmia el día antes de la ejecución.

Ambos prisioneros fueron condenados a la pena de muerte por el Tribunal Revolucionario de Mahabad por "enemistad contra Dios" y por ser miembros de la organización Komala.

Amnistía Internacional había pedido a las autoridades iraníes que detuvieran inmediatamente la ejecución de los dos presos y añadió que el poder judicial iraní había hecho caso omiso de las protestas de los dos presos por no haber tenido acceso a representación letrada y haber sido torturados para que confesaran durante su encarcelamiento.

"La ejecución de estos dos jóvenes es una total negación de la justicia y una catastrófica e irreparable violación del derecho a la vida", dijo Amnistía