El estado turco ocupante continúa sus ataques contra el sur del Kurdistán, en el norte de Iraq, que destruyen la naturaleza además de poner en peligro la vida de la población local, causando pérdidas civiles.

Un bombardeo más reciente llevado a cabo por aviones de combate turcos se dirigió a las zonas de Helkêla y la montaña Dêliyan. El bombardeo comenzó un incendio en esta área, como resultado de lo cual decenas de áreas de tierras boscosas y las tierras agrícolas en las aldeas de Nawmêrgan y Helgêlan se incendiaron.

Por otro lado, los soldados turcos abrieron fuego y obstruyeron a la población local que quería combatir el fuego en un intento de evitar que se propague.