El CGRI extiende el ejercicio militar en las áreas protegidas de Kermanshah

Desde 2007, el CGRI ha establecido varias bases militares en las zonas protegidas de Shaho y Kusalan, supuestamente para contrarrestar a las fuerzas de oposición kurdas.

REPRESIÓN

El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) ha ampliado por tres días su ejercicio militar y de seguridad en las tierras altas de Quri Qaleh y Piaz Dol de las montañas Shaho en la provincia de Kermanshah, que comenzó el 17 de julio, según informó la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN).

Según KHRN, el CGRI también anunció bombardeos de artillería en la zona protegida.

Los residentes de las aldeas cercanas a las montañas Shaho informaron a KHRN que el 17 de julio el CGRI emitió un aviso prohibiendo los viajes a las montañas Shaho entre Quri Qaleh y Piaz Dol durante seis días.

Testigos informaron que un número significativo de fuerzas del CGRI habían sido desplegadas en la zona con el pretexto de realizar un ejercicio de seguridad militar.

El ejercicio, que originalmente estaba previsto que finalizara el 26 de julio, se ha extendido hasta el 29 de julio, y continuará con la artillería y los bombardeos.

Las áreas protegidas de Shaho y Kusalan, con una superficie de 57.236 hectáreas, están situadas entre las ciudades de Sarvabad, Ravansar, Paveh, Marivan y Kamyaran, en la frontera con el Kurdistán iraquí.

En 2009, la Resolución No. 303 del Consejo Supremo del Medio Ambiente (Comisión de Infraestructura del Gobierno) designó estas zonas montañosas como áreas protegidas bajo la gestión del Ministerio del Medio Ambiente.

Los activistas ambientalistas afirman que desde 2007, el CGRI ha establecido varias bases militares en las áreas protegidas de Shaho y Kusalan, supuestamente para contrarrestar las fuerzas de oposición kurdas.

Estos ejercicios militares y de seguridad anuales han provocado incendios generalizados en la región.

A pesar de las protestas de los activistas ambientalistas, grandes áreas de pastos y bosques han sido destruidas para dar paso a bases militares y caminos de acceso.

Además, cada año, las fuerzas del CGRI incendian deliberadamente los pastos y bosques alrededor de las instalaciones militares establecidas, supuestamente para “impedir que las fuerzas de oposición kurdas utilicen la vegetación para ataques”.