Según fuentes locales, el régimen turco ha hecho nuevos envíos militares a sus bases en el Kurdistán del Sur.

Las mismas fuentes confirman que el número de soldados en todas las bases, posiciones y otras infraestructuras ha aumentado.

Paralelamente a estos acontecimientos, el Estado turco ha llevado a cabo ataques aéreos en la zona de Zînî Wertê y en el campamento de refugiados de Makhmur el 15 de abril, matando a 3 mujeres.

Cabe señalar que las fuerzas peshmerga, afiliadas al KDP, también trasladaron sus fuerzas a Zînî Wertê en torno al momento del despliegue turco.

La aldea de Zînî Wertê, en la región de Kandil, está situada dentro de las zonas controladas por el PUK.

El Estado turco ha intensificado sus políticas de ocupación en el Kurdistán del Sur en los últimos años. La invasión turca es más evidente que nunca desde el punto de vista militar, político y económico.

Las bases militares turcas han estado presentes en la zona desde la década de 1990. Durante el gobierno del AKP-MHP, el número de bases ha aumentado y se ha extendido para cubrir una zona más amplia.

Desde 1994 se han establecido al menos 15 bases militares turcas. La primera base militar establecida fue en Salahaddin, a 25 kilómetros de Hewlêr. Además, el organismo de inteligencia turco (MIT) ha estado activo como nunca antes y ha establecido muchas infraestructuras nuevas.

Desde 2018 se han ocupado nuevas zonas y más de 20 nuevos puntos en la zona de Bradost han sido ocupados por Turquía.