El 27 de diciembre de 2021, las fuerzas estatales iraquíes intentaron cercar el campamento de refugiados Mártir Rustem Cûdî (Makhmur) con alambradas, pero los habitantes del campamento acudieron al punto donde se encontraban las fuerzas iraquíes y les impidieron colocar el alambre. Tras la resistencia de los habitantes, la administración de Bagdad renunció al plan durante un tiempo, para volver a incluir este asunto en su agenda ahora.
Desde ANF hemos hablado con habitantes del campamento de Makhmur sobre el nuevo intento de cercar el campamento con alambradas, quienes han declarado que nunca, de ninguna manera, aceptarán este hecho.
Parte de la política contra el campamento
Comentando la decisión entre bastidores, la portavoz del Comité de Familias de Mártires, Sultan Yıldızhan, ha dicho: “El Estado turco nos ataca con la cooperación de Irak y el KDP. La decisión de rodear el campamento con alambradas es parte de esta política”.
Yıldızhan ha señalado que actualmente hay 11 mil refugiados viviendo en el campamento y que son reconocidos como refugiados políticos tanto por el gobierno iraquí como por las Naciones Unidas.
Haciendo hincapié en que los residentes del campamento no han perjudicado hasta ahora al Estado iraquí ni a la Administración Federal del Kurdistán, Yıldızhan ha continuado: “No hemos hecho daño a nadie. ¿Por qué nos presionan así? Definitivamente no aceptaremos la decisión de vallar el campamento y resistiremos hasta el final, cueste lo que cueste. Al igual que respetamos la soberanía de Irak, queremos que respeten la voluntad del campamento de refugiados de Makhmur”.
Como una prisión abierta
Otro residente del campamento de refugiados, Kerima Kanat, ha dicho que se oponen al vallado del campamento afirmando que no permitirán dicho asedio: “Si ponen vallas alrededor del campamento, este lugar será como una prisión abierta. No queremos vivir en una cárcel y, por tanto, haremos lo que sea necesario para impedir que se aplique esta decisión. Después de todo el dolor que hemos sufrido y los mártires que hemos dado, también nos están imponiendo una vida carcelaria. Si hubiéramos querido aceptar esta persecución y las prisiones, no habríamos salido de nuestras tierras”.