Tras el llamado realizado por Abdullah Öcalan el 27 de febrero, los esfuerzos públicos por socializar la paz se han llevado a cabo sin interrupción. A medida que crecen las expectativas sobre los pasos necesarios que debe tomar el Estado, la gente enfatiza que la paz no puede ser unilateral y solo puede construirse a través de acciones concretas.

Miles de personas que han pagado un alto precio, que aún no han podido recuperar los cuerpos de sus seres queridos o que continúan buscando el destino de sus familiares desaparecidos, están expresando sus demandas de paz en todas partes.

 

Las familias, subrayando que la paz debe ir más allá del mero discurso, visitaron una vez más los cementerios durante la festividad, como hacen cada año. Muchos cementerios que habían estado cerrados a civiles durante los años de conflicto, finalmente fueron reabiertos.

Después de una década, las familias que visitaban los cementerios se encontraron con una destrucción y devastación generalizadas. Los ataques sistemáticos a los cementerios, que se han convertido en un crimen de guerra en Kurdistán, han continuado casi sin interrupción desde 2016.

Estos ataques, que se hicieron aún más visibles con la destrucción del cementerio Garzan en Bitlis (Bitlis), posteriormente afectaron a cementerios en Amed (Diyarbakır), Bagok, Dersim, Gimgim (Varto) y Dicle. Durante los períodos de conflicto, muchos cementerios donde estaban enterrados los cuerpos de los guerrilleros de las Fuerzas de Defensa del Pueblo (HPG) fueron bombardeados, mientras que las lápidas fuera de las zonas de martirio fueron destrozadas y pintadas de negro.

Reaccionando a esta destrucción y saqueo continuos, las familias que visitaban los cementerios dijeron: “Primero deben hacer las paces con los muertos.”

Mehmet Emin Kılıç, copresidente en Amed de la Asociación de Solidaridad con las Familias que Perdieron a sus Parientes en la Cuna de las Civilizaciones (MEBYA-DER), destacó que la paz es una gran necesidad para toda la sociedad. Afirmó que los ataques a los cementerios son inhumanos y pidió que todos los cementerios prohibidos sean reabiertos al público.

Mehmet Emin Kılıç también enfatizó que las heridas del pasado pueden sanar con los pasos que se tomarán en este proceso.

Se están cometiendo crímenes de guerra

Mehmet Emin Kılıç describió las acciones en curso como crímenes de guerra y enfatizó que la paz debe comenzar en los cementerios.

Kılıç subrayó que estos actos son tanto ilegales como inhumanos y dijo: “El Estado ha desarrollado ataques específicos dirigidos a los cementerios, especialmente en los últimos diez años. En muchos lugares, no queda ni una piedra en pie; incluso exhuman los cuerpos de las tumbas.”

Kılıç afirmó que han denunciado esta inmoralidad e ilegalidad muchas veces antes, llamando repetidamente la atención pública sobre el asunto.

Algunos cementerios previamente prohibidos fueron abiertos para visitas durante esta festividad después de muchos años. Sin embargo, Kılıç declaró que la escena en los cementerios permaneció sin cambios y las familias una vez más se encontraron con destrucción.

Las familias pudieron ver las tumbas después de diez años

Mehmet Emin Kılıç describió la escena que enfrentaron las personas que visitaban los cementerios de la siguiente manera: “Después de diez años, la gente finalmente pudo ver sus cementerios y aliviar su nostalgia. Pero solo pudieron tocar piedras rotas y tierra esparcida. Todavía hay muchos cementerios que siguen siendo inaccesibles y prohibidos. En este proceso, la paz debe comenzar primero con los muertos y los cementerios. Esta destrucción y saqueo deben terminar de inmediato.”

Kılıç criticó al Estado por no tomar las medidas necesarias y dijo: “Los pasos que ha dado el Estado en este proceso avanzan tan lentamente que las familias solo ahora pueden ver sus cementerios. Esto no es un paso hacia la paz. El Estado debe actuar de acuerdo con el espíritu de este proceso y desarrollar políticas en consecuencia.”

Las prohibiciones sobre los cementerios deben levantarse

Mehmet Emin Kılıç enfatizó que ahora deben tomarse medidas restaurativas y sanadoras frente a esta profunda hostilidad. Describió la destrucción de los cementerios como un crimen de guerra y continuó: “En respuesta a esta política inmoral, todos los cementerios deben reabrirse al público sin demora. A pesar de toda esta destrucción y estos crímenes de guerra, aún extendemos nuestra mano por la paz. Nunca habrá fin a esta guerra y destrucción. Una persona se beneficia sin importar hacia dónde regrese desde la pérdida. Nuestra llamada en este punto es clara: a pesar de todo el saqueo y la destrucción, las familias siguen llamando a la paz.”

A pesar de toda esta destrucción y dolor, seguimos llamando a la paz

Kılıç afirmó que la paz es esencial para poner fin a la destrucción, diciendo: “Junto con la paz, queremos que esta destrucción y saqueo se detengan.”

Continuó: “Los cementerios ya no deben ser destruidos, y las familias no deben tener que rezar frente a tumbas arruinadas. Las familias quieren paz y tranquilidad. También quieren visitar libremente las tumbas de sus seres queridos en cada festividad y día especial. Es la paz la que hará esto posible.”

Finalmente, Kılıç dijo: “Nosotros, las familias, seguimos llamando a la paz a pesar de toda esta destrucción y dolor, y continuaremos luchando por ella en todo momento.”