El martes, un grupo de unos 100 refugiados sirios detenidos por orden del gobernador de Estambul por propaganda de "voluntariado" fueron trasladados a la zona de Afrin, ocupada por Turquía.

Aproximadamente 100 de esos sirios detenidos en Estambul y a los que el Gobernador de Estambul había dado una orden de deportación fueron enviados a Afrin por orden del Ministerio del Interior turco.

Según la información obtenida, los sirios llegaron a Afrin el martes por la tarde. Se dice que hay kurdos entre los sirios que fueron traídos a Afrin en cuatro vehículos.

El 22 de julio, la gobernación de Estambul fijó el 20 de agosto como fecha límite para que los sirios que no se habían inscrito en la ciudad salieran de Estambul.

La decisión se adoptó de conformidad con las nuevas instrucciones del Ministerio del Interior turco, que anunciaban que los sirios en cuestión serían deportados a las provincias en las que estaban registrados.

Desde el comienzo de la guerra siria, Turquía ha utilizado a los refugiados como herramienta para chantajear a Europa, pero estas últimas medidas son realmente notables.

El ministro turco del Interior, Suleyman Soylu, dijo que 80.000 refugiados serán deportados este año. Soylu dijo en lo que sonó como una amenaza para Europa: "si abrimos las puertas, ningún gobierno durará más de seis meses".

El ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, anunció que el acuerdo de admisión con la Unión Europea se había suspendido al mismo tiempo que la decisión de la gobernación de Estambul.