En la provincia de Van, en la frontera con Irán, constantemente ocurren dramas sobre refugiados. Las personas que huyen mueren congeladas en la zona fronteriza, otras mueren en accidentes de tránsito en vehículos llenos de gente. Después de que la nieve se derrita en primavera, aparecen los cuerpos de personas congeladas. Finalmente, un barco tripulado con refugiados se hundió en el lago Van. Debido a la miseria de las personas que huyen, los traficantes y las fuerzas estatales en la frontera ganan dinero.
Van es el primer puerto de escala en territorio turco para las personas que desean huir a Europa de las guerras en Oriente Medio y Asia. En promedio, entre 1000 y 1500 personas de Afganistán, Irán, Irak y Asia Central vienen a Van todos los días. Según cifras oficiales, 40,180 inmigrantes fueron detenidos en la frontera en 2019. Un número mucho mayor cae en manos de los traficantes.
Lago Van como nueva ruta de tráfico
Muchas historias de los refugiados que vienen a Van y otras ciudades del norte de Kurdistán terminan con una tragedia. Especialmente el lago Van, que es conocido por su historia y belleza natural, recientemente se ha asociado cada vez más con la muerte de los refugiados. Estas muertes son el resultado de la cooperación de las autoridades estatales con los traficantes. La nueva ruta de tráfico conduce a través del lago Van. En los últimos dos años, miles de refugiados han sido traídos a través del lago a Bitlis. Hasta la fecha no hay medidas gubernamentales contra esto.
El estado observa a los moribundos
El 28 de junio, un barco con hasta cien refugiados se hundió en el lago Van. Según informes oficiales, se dice que entre 55 y 60 personas estuvieron a bordo. Aunque ya han pasado dos semanas, el barco aún no se ha encontrado. Hasta ahora se han descubierto los cuerpos de 13 personas.
Este incidente no es el primer desastre que ocurre en Lake Van. El 26 de diciembre de 2019, siete personas murieron cuando un barco que transportaba refugiados se hundió en su camino a Bitlis. 64 personas fueron rescatadas con la ayuda de aldeanos de los alrededores.
Sin embargo, las muertes no solo son causadas por accidentes de envío. En la primavera de 2019, se descubrieron los cuerpos de 26 refugiados congelados en Başkale. En Çaldıran se encontraron 15 cuerpos en 2019 después del deshielo. En Özalp volcó un microbús que transportaba refugiados. 17 personas murieron y 50 resultaron heridas. En un accidente de tráfico en Saray, 20 personas resultaron heridas, el autobús había transportado a 55 migrantes. Este año, 13 refugiados, incluidas diez personas de Afganistán y tres de Kobanê, murieron congelados al cruzar la frontera en Çaldıran.