La región de Shengal en el sur de Kurdistán (norte de Irak) está bajo amenaza permanente. Después del genocidio del ISIS que comenzó en 2014 y la posterior defensa y liberación de la región, la principal zona de asentamiento de Yazidi es ahora el centro de atención de Turquía y sus aliados. El 16 de agosto, un ataque aéreo en el casco antiguo de Shengal mató a dos miembros de las Unidades de Resistencia de Shengal (YBŞ).
Un día después, ocho personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en el bombardeo del hospital en la aldea de Sikêniyê. Estos ataques tuvieron lugar en el contexto de una reunión entre Estados Unidos y Turquía y una visita a Shengal del primer ministro iraquí Mustafa al-Kadhimi. En declaraciones a la agencia de noticias MA, Nergiz Güzel, miembro del Consejo de Identidades Étnicas y Religiosas del Congreso Democrático de los Pueblos (HDK), comentó sobre el propósito de los ataques.
"Se trata de destruir esta antigua fe"
"Parte del objetivo de los ataques es destruir esta tierra y esta fe ancestral. Los yazidíes han experimentado 74 masacres y genocidios hasta ahora. La razón de estos asesinatos en masa es que los yazidíes no aceptan el Islam y continúan sus vidas con su propia fe", explicó Güzel. La política señaló que el autogobierno de la región perturba tanto al Gobierno Regional de Kurdistán del Sur como a los intereses de poder de Turquía, afirmando: "Se sienten amenazados porque este es un pueblo que está comenzando a considerarse un tema en el Medio Oriente. Turquía está tratando de destruir la conciencia kurda expandiendo los ataques". Esta política, dijo, tiene sus raíces en la postura monista del estado turco, que no tolera otra que la sunita turca.
"La familia Barzani solo piensa en su poder"
Güzel destacó que los atentados se produjeron tras una reunión entre representantes de Turquía y Estados Unidos y que se informó a los gobiernos iraquí y de Kurdistán del Sur: "La familia Barzani quiere ser la única a cargo. No le importa lo que le pase a los kurdos que no son sus seguidores. Se dice que el Islam es una religión de paz, pero en el punto en el que nos encontramos hoy, se transmite repetidamente como una religión orientada a la guerra y obsesionada con el derramamiento de sangre. De hecho, la mentalidad del ISIS persiste, es derramando sangre y los gobiernos y sus patrones lo están haciendo a través de sus políticas. ¿Por qué no aceptan al otro? Este concepto de poder y dominación continúa a lo largo de la historia".
"Todos deben asumir la responsabilidad"
Güzel hizo un llamamiento a las potencias internacionales: "Nada se puede lograr con la guerra. La solución no debe verse en la guerra. El dolor y la destrucción de Shengal son muy amargos. Todos deben asumir la responsabilidad de esto y actuar en consecuencia".