Las familias de las víctimas de Roboski han respondido al nombramiento del general Yasar Guler como jefe del Estado Mayor.

Guler fue el general que presidió la reunión en la que se tomó la decisión de lanzar los ataques aéreos que causaron la masacre en Roboski.

Al pedir justicia en su acción semanal, las familias Roboski también expresaron su solidaridad con las familias Soma, cuya búsqueda de justicia no ha recibido respuesta.

Reunidos por 341ª semana, las familias de Roboski recordaron cómo perdieron a 34 de sus familiares cuando el ejército turco bombardeó a las personas que comerciaban en la frontera para ganarse la vida en la aldea de Roboski, en el distrito de Uludere de la provincia de Sirnak.

Hablando en el cementerio en nombre de las familias, Veli Encu comenzó el comunicado de esta semana expresando su solidaridad con las familias de los mineros de Soma.

"El poder judicial, - dijo Encu - protege a los responsables de la masacre de Roboski y premia a los que están siendo juzgados por la masacre de Soma".

Esto, dijo Encu "es una nueva tolerancia impuesta a esas familias".

Encu también recordó a las familias del incidente del tren en Tekirdağ y señaló que ningún ejecutivo ha renunciado a esta tragedia.

"Las personas en la parte superior de la cadena de negligencia están sindo ascendidas, cuando deberían ser juzgados y castigados", dijo.

El general Guler es recompensado, dijo Encu recordando que "en la noche de la masacre de Roboski, el general Yasar Guler, fue quien vio las imágenes de Garza en el Centro de Monitoreo del Estado Mayor dos horas antes del bombardeo y decidió iniciar la operación aérea".

Encu afirmó que las familias lucharán contra la impunidad hasta que se haga justicia.