La Red de Derechos Humanos de Kurdistán informó hoy que las fuerzas antidisturbios de Irán asesinaron a una mujer de 55 años llamada Minou Majidi durante una manifestación de protesta celebrada ayer en la calle Nobahar en Kermanshah, en el oeste de Irán.
Según el informe, el cuerpo de Majidi fue llevado al Departamento de Medicina Forense y aún no ha sido entregado a su familia.
En una entrevista con los medios estatales, el fiscal de Kermanshah confirmó que otras dos personas murieron y 25 resultaron heridas durante las protestas en la ciudad.
Según las estadísticas recopiladas por la Red de Derechos Humanos de Kurdistán (KHRN), siete manifestantes identificados como Farjad Darvishi, Mohsen Mohammadi, Fereydoun Mahmoudi, Reza Lotfi, Zakariya Khiyal, Foad Ghadimi y Minou Majidi fueron asesinados por las fuerzas militares durante las protestas contra el asesinato de Mahsa (Zhina) Amini.
También, 161 manifestantes resultaron heridos durante las protestas en curso, mientras que cientos de personas fueron arrestadas. Las fuerzas de seguridad utilizaron armas de fuego, gases lacrimógenos, cañones de agua y porras. La gente continuó saliendo a las calles en Teherán y en muchas otras ciudades de Irán. Las mujeres quemaron sus pañuelos en la cabeza, la gente gritó "Muerte a la dictadura", "No Hajjis, no mullahs, muerte a Hezbolá" y "No queremos una república islámica", así como "Jin Jiyan Azadî" (Mujer Libertad de Vida).
Jina Mahsa Amini fue arrestada por la policía religiosa en Teherán el martes de la semana pasada debido a su vestimenta "no islámica". Según informes constantes de los medios, la joven de 22 años no había usado su hiyab de acuerdo con las reglas. Por lo tanto, la llevaron a una comisaría. Según la policía, "repentinamente desarrolló problemas cardíacos" y entró en coma.
La familia de Amini y los testigos oculares, que también fueron llevados a la estación, rechazaron este relato y acusaron a la policía de golpear a la mujer kurda, lo que finalmente la llevó a la muerte. Registros hospitalarios filtrados por un grupo de hackers y publicados por Iran International, medio de comunicación de la oposición iraní en el exilio, con tomografías computarizadas supuestamente de Jina Mahsa Amini, confirman la versión según la cual la joven murió por violencia masiva en la cabeza. Tras su muerte, la clínica de Teherán en la que fue tratada Amini también escribió en un post en Instagram, que ya ha sido borrado, y que aseguraba que tenía muerte cerebral cuando fue ingresada el martes.