El ejército iraquí ha estado sitiando el campamento de Makhmur durante más de una semana, rodeando el campamento autónomo con alambre de púas y trincheras e instalando torres de vigilancia. La población está oponiendo una resistencia durante todo el día y responde inmediatamente a cualquier intento de avanzar en la militarización del campo. Cuando el ejército iraquí cava trincheras con excavadoras, la gente se opone a ellas de manera organizada y vuelve a llenar las trincheras.

Después de que un joven residente resultó herido por un disparo el primer día, el estado iraquí ahora aparentemente está utilizando tácticas de desgaste. Hay movimientos militares alrededor del campamento a intervalos irregulares que continuaron recientemente el domingo por la mañana.

El campamento de Makhmur alberga a unas 12.000 personas con estatus oficial de refugiado de la ONU. Estas son personas que fueron desplazadas de sus aldeas en territorio turco hace treinta años y sus descendientes. Miembros de casi todas las familias han muerto en la lucha de liberación kurda, y muchos todavía están luchando con la guerrilla en las montañas por una vida digna y libre con su propia identidad.

El campamento, que está oficialmente bajo la protección del ACNUR, es descrito por Turquía como un "semillero de terror" y ha sido atacado continuamente con drones durante años. La familia Barzani, que colabora con el Estado turco, impuso un embargo al campamento en 2019. Solo unos años antes, el presidente del PDK, Massoud Barzani, había visitado Makhmur para agradecer a los residentes y al PKK por sus exitosos esfuerzos en la defensa del Kurdistán contra el llamado "Estado Islámico" (IS). En 2014, las hordas de ISIS estaban a las afueras de Hewlêr (Erbil), la sede del gobierno de la región del Kurdistán de Irak.

ANF habló con las personas en Makhmur que están de guardia en tiendas de campaña y resisten el cercado del campamento. Emine Şirnexî dijo que están siendo oprimidos tanto por Ankara como por Bagdad y continuó: "¿Qué quieren estos estados de nosotros? ¡Somos refugiados! Primero, impusieron un embargo para que muriéramos, pero no morimos. Hagan lo que hagan, no funcionará. Nadie puede rompernos. Resistiremos al máximo. Tienen que venir y matarnos ya. No hay otra manera".

Otra mujer de guardia, Emine Pîranî, señaló que el ejército iraquí está desplegando vehículos blindados contra civiles. "¿Por qué no vinieron cuando ISIS atacó? ¿Cómo pueden afirmar ahora que quieren protegernos?", preguntó Emine Pîranî y dijo: "No aceptamos esto. Todo es el resultado de la política de chantaje de Erdogan. No aceptaremos esta cruel opresión. Ser asediado y cercado es una opresión masiva. No hemos hecho daño a nadie y defendemos los derechos humanos. No vendemos gente y estamos abiertos a la paz y la hermandad, pero nunca aceptaremos este asedio".

El profesor Hewar Gabarî dijo que el asedio fue exigido por el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan: "No lo aceptaremos porque significa cautiverio. Treinta años después de nuestra fuga, quieren meternos en un campo de prisioneros. No lo permitiremos".

Gabarî hizo un llamamiento a todo el pueblo kurdo, diciendo: "Apóyanos, levántate en todas partes y protesta frente a las representaciones iraquíes. Si unimos nuestras manos, podemos romper el asedio".