Guerrillero Şerzan Kato, un hijo del Kurdistán
Mazlum Duman usaba el nombre de Şerzan Kato en la guerrilla. Mostró una gran resistencia contra el enemigo, que oprimió a su familia y al pueblo, y se unió a la caravana de los mártires en el Botán.
Mazlum Duman usaba el nombre de Şerzan Kato en la guerrilla. Mostró una gran resistencia contra el enemigo, que oprimió a su familia y al pueblo, y se unió a la caravana de los mártires en el Botán.
Kurdistán es una tierra que ha sido perseguida por los opresores durante siglos, pero que nunca se ha inclinado ante el enemigo. En el Kurdistán, un grupo de niños creció con la resistencia porque creció escuchando de la crueldad del enemigo y las épicas de los héroes kurdos que lo combatieron. Y después, vivieron de acuerdo a la realidad que habían escuchado.
Los niños crecen rápido en el Kurdistán; maduran deprisa a causa de la realidad del enemigo, y pasan a formar parte de las valientes historias que escuchan. Uno de los niños que vivió estas historias es Şerzan Kato.
A veces uno no puede encontrar palabras para expresar lo que pasó, pero los recuerdos que expresan la verdad albergan dentro de sí el futuro. Todo el mundo se convierte en parte del país y cae en esta tierra...
Creciendo con el sufrimiento de un país con el que los enemigos quieren acabar, Mazlum Duman nació en Şırnak en 1993.
Después de que el Estado turco incendiara y saqueara su población, tuvo que emigrar y se machó a Mardin con su familia.
Mazlum, quien siempre fue activo, se unió a las filas de la guerrilla en 2012 con el fin de vengar el arresto de su hermano por parte de las fuerzas fascistas y para librar una guerra mayor contra la persecución del pueblo kurdo.
Demostró una gran resistencia en las montañas contra el enemigo que persiguió a su familia y a su pueblo. En la guerrilla, Şerzan tomó el nombre de Kato. Porque por sus cualidades altruistas y de valentía, todo camarada quería ir a las misiones junto a él.
Habiendo pasado la mayor parte de su tiempo leyendo los libros del Presidente Öcalan con el fin de fortalecer su ideología, Şerzan compartió lo que aprenció con sus camaradas, quienes buscaban respuestas a las preguntas “cómo ser” y “cómo vivir”, y compartió también sus contradicciones sin vacilación.
El guerrillero Şerzan se unió a la caravana de los mártires en el Botán en 2019, su último lugar de servicio.