La guerrillera Warşin alerta a los invasores: "¡Esto es Heftanin!"
Warşin Avaşin se puso de pie, cargando sobre sus hombros los sueños de Zeryan Muş. La lucha continuaba. Luchó poniendo la ira de todos sus compañeros mártires delante de ella.
Warşin Avaşin se puso de pie, cargando sobre sus hombros los sueños de Zeryan Muş. La lucha continuaba. Luchó poniendo la ira de todos sus compañeros mártires delante de ella.
La guerrillera Warşin luchó contra los invasores sola durante horas. Se arrojó hacia adelante para protegerse a sí misma y a sus camaradas. Warşin le dijo a los invasores: "Esto es Heftanin, no tendrás salida si entras".
No fue su primer encuentro de Warşin con los invasores.
Anteriormente, donde comenzó la guerra y la resistencia, la guerrillera Zeryan, que formaba la línea de resistencia en la colina de Martyr Berivan, luchó hasta el último minuto, tomó posición con Zeryan Muş y comenzó a tejer la epopeya de la resistencia allí.
Era una pequeña roca que les defendía. Tal vez docenas de aviones bombardeaban la zona donde estaban, docenas de obuses y morteros fueron lanzados sobre ese sitio rocoso sólo porque estaba defendiendo a las dos guerrilleras que estaban detrás de él. Sin embargo, se levantaron y dispararon a los invasores.
Dos mujeres jóvenes lucharon solas. Ese día, Zeryan Muş cayó mártir. Warşin Avaşin se levantó, cargando sobre sus hombros los sueños de su compañera también. La lucha continuaba; era necesario continuar con los sueños de los mártires.
La cultura de la resistencia que aprendió y heredó la convirtió en una mujer más valiente y decidida. Cuando los invasores atacaron Pîrbila el 8 de agosto, su objetivo era invadir y tomar el camino a Banikê. Así, todas las puertas para la ocupación de las tierras del sur se abrirían al bárbaro ejército turco.
Fue justo en ese momento cuando Warşin apareció como una luz en Pîrbila y se puso de pie ante los invasores. Cientos de almas en un solo cuerpo luchaban contra los invasores. Luchó llevando la ira de todos sus camaradas mártires ante ella y cargándola en su arma.
Ella fue la primera en ver a los invasores, fue la primera en golpear a los invasores, fue la que mantuvo a los invasores ocupados, mientras sus camaradas se preparaban. Ella fue la que saltó para proteger a sus camaradas y luchó sin dejar que su barril se enfriara y sin sacar los dedos del gatillo.