Las mulas no se libran de la brutalidad turca en el sur del Kurdistán
El Estado turco no sólo es hostil hacia el pueblo kurdo y el Kurdistán, sino también a todo su entorno.
El Estado turco no sólo es hostil hacia el pueblo kurdo y el Kurdistán, sino también a todo su entorno.
No hay una sola montaña, colina, llanura, valle o camino que no haya sido blanco de los ataques aéreos turcos en las regiones de Zap, Avashin y Metina en el Kurdistán del Sur (norte de Irak). Cualquier lugar en el que estén presentes las Guerrillas de Liberación del Kurdistán se convierte en objetivo de los aviones de combate turcos. Las montañas, las piedras, los árboles y el agua que se encuentran en el espacio vital de las guerrillas son objetivo constante de la aviación turca.
Las mulas tampoco se salvan de la brutalidad turca. Los animales son también víctimas de los violentos ataques de Turquía.
La salvajada cometida contra estas mulas no sólo demuestra el alcance del miedo del Estado turco, sino que también prueba el aspecto salvaje del Estado turco, que carece de toda humanidad.
El Estado turco es hostil hacia el pueblo kurdo y el Kurdistán, sino también a todo su entorno.