Las presas son un peligro para Kurdistán
50 aldeas y lugares con un patrimonio cultural e histórico de una valor capital, serán inundados debido al proyecto de la presa de Silvan.
50 aldeas y lugares con un patrimonio cultural e histórico de una valor capital, serán inundados debido al proyecto de la presa de Silvan.
La geografía de Kurdistán está siendo destruida por presas y plantas hidroeléctricas.
A pesar de las incontables protestas el gobierno del AKP continúa destrozando el legado histórico, cultural y natural de Kurdistán.
En el marco del Proyecto Sureste de Anatolia, el 80% de la presa Silvan, iniciada en 2009, está ya completada.
8 presas y plantas de producción hidroeléctricas con 23 instalaciones de riego, empezarán a recoger el agua en 2 años.
La presa Silvan, que mide 175,5 metros, es también la presa más grande de la región, después de la Presa Atatürk. También existen 16 presas planificadas para ser construidas en Kurdistán. El 95% de la Presa Ilisu en Hasankeyf, una de las más polémicas, y que ha ocasionado más protestas, está ya acabada.
Güner Yanliç miembro de la Plataforma Protejamos Hevsel, ha explicado que las presas construidas en Kurdistán son “una política que viene de 1940 bajo el nombre de Proyecto Sureste de Anatolia. 11 presas de gran escala se planificaron en el marco de ese proyecto.”
Este proyecto puede ser considerado, según Yanliç, tanto una “extensión de la política de seguridad, como un proyecto para crear mano de obra barata en las ciudades al cortar la comunicación de los pueblos y obligar a estos a migrar a las grandes ciudades.”
Turquía ha implementado una política de seguridad energética durante más de 50 años ha dicho Yalniç.
“Desde el primer día, las autoridades han dicho que están construyendo las presas para poder conseguir el agua necesaria para la agricultura. Pero a pesar de que las personas han aceptado este discurso, es claro que en las zonas de riego del sistema se está produciendo una salinización de la tierra debido a la excesiva evaporación”.
Según Yalniç, hay demasiadas evidencias para demostrar que la producción de energía a través de las presas está destruyendo los campos y dificultando la agricultura. La prueba de esto es que “tenemos que importar productos como las patatas, las cebollas, el trigo, en otras palabras productos muy básicos de otros países ya que ya no los producimos.”
50 aldeas que acabarán bajo agua
Yalniç ha recordado que los kurdos siempre han protestado contra estos proyectos.
Ha señalado que la histórica Geliyê Godernê, situada entre las provincias de Silvan, Lice, Kulp y Hazro, será sumergida bajo el agua en el momento que la presa Silvan, la segunda más grande de Kurdistán este completada.
Ha dicho que todos los distritos se verán afectados por la presa, y que cerca de 50 aldeas serán inundadas.
Al final, según Yalniç, está claro que el gobierno no está interesado en la patrimonio cultural o histórico. Ha demostrado que no le interesa con la presa Ilisu que sumergió la histórica Hasankeyf.
Además, el gobierno no le interesa la población y no tiene problemas en desplazar a miles de ciudadanos a que abandonen su forma de vida.