Mam Ezîz vive en el pueblo de Jilê, en el distrito de Sideka, en la gobernación meridional de Kurdistán Hewlêr. Vive de ganado y cada primavera en los altos pastos de Kêlashin. Él se hizo cargo de este trabajo de su padre y abuelo. En invierno vive en el pueblo, en verano en los pastos, al igual que sus antepasados.
Sesenta años de edad, Mam Ezîz no es solo pastor, también es historiador de Kêlashin y de la región de Bradost. Aunque solo asistió a la escuela primaria, ha estado llevando un libro sobre los ataques del estado turco en la región desde 1984. Hasta ahora ha llenado 34 cuadernos con sus notas. Los 34 temas tratan de los eventos en Bradost y Kêlashin, especialmente las víctimas de la masacre turca.
De las notas de Mam Ezîz
Mam Ezîz nos da algunos ejemplos de su crónica:
"En 1998, aviones de combate turcos bombardearon a la población civil en Lolan. 84 mujeres, niños y ancianos fueron asesinados.
En 1997, una casa fue golpeada en Bradost y siete personas murieron.
Mi propio pueblo Jilê fue atacado en 1992, ocho personas murieron.
En 1995, una aldea en Deştê Hertê fue atacada y seis personas murieron.
En 2000, Kendakola fue bombardeada, matando a 39 mujeres, niños y ancianos. "
"Solo las guerrillas nos protejen"
La actual ola de ataques del estado turco también causa un gran daño, dice Mam Ezîz: "No pudimos cultivar nuestros campos, nuestros pastos altos se han quemado, nuestros animales no encuentran nada para comer. Los civiles han muerto en algunos lugares".
Mam Ezîz critica al gobierno regional del sur del Kurdistán por guardar silencio sobre los ataques en curso del ejército turco. "Las únicas personas que nos protegen son el PKK y la guerrilla", explica. Concluye: "Los kurdos deben estar unidos".