Otros dos kolbars muertos por las fuerzas iraníes
Las fuerzas del régimen iraní continúan sus ataques contra los kolbars (portadores de carga para el salario diario) en la frontera entre el Kurdistán oriental y el sur.
Las fuerzas del régimen iraní continúan sus ataques contra los kolbars (portadores de carga para el salario diario) en la frontera entre el Kurdistán oriental y el sur.
Con total impunidad, los guardias fronterizos iraníes han vuelto a atacar a los transportistas de carga en la frontera.
Según la Asociación de Derechos Humanos del Kurdistán (KMMK), los soldados iraníes abrieron fuego contra los kolbars el sábado.
İskender Mihemed, de 35 años, de la región de Pishder, en el Kurdistán del Sur, y Ebubekir Mihemedi, de 36 años, del pueblo de Goreshir, en la ciudad de Serdesht, cayeron al río Kanimereş tras ser alcanzados por las balas.
Según la KMMK, se ha encontrado el cuerpo de uno de los kolbares, mientras que el otro sigue desaparecido.
La tragedia de los kolbars
El Kurdistán oriental se ha sumido en la pobreza a lo largo de los años debido a las políticas deliberadas del régimen iraní y destaca como una de las regiones más pobres de Irán. En comparación con otras regiones, la zona ha recibido muchas menos inversiones y se ha frenado deliberadamente el desarrollo. No se permitió que la agricultura y la industria se desarrollaran, y como resultado el desempleo aumentó hasta alcanzar el nivel más alto de Irán.
Frente a las políticas de discriminación, opresión y empobrecimiento, llevar productos de contrabando no es una opción sino una necesidad para sobrevivir.
Kolbar viene de las palabras kurdas "kol" (espalda) y "bar" (carga). Los kolbar se ganan la vida transportando cargas a lo largo de la peligrosa línea fronteriza. Sus cargas incluyen cigarrillos, teléfonos móviles, ropa, artículos para el hogar, té y rara vez alcohol. Atraviesan terrenos peligrosos para continuar este comercio entre el sur y el este del Kurdistán. Las mercancías que traen se venden a precios elevados en Teherán, pero los kolbars que arriesgan su vida por ellas reciben una paga muy modesta.
Los intermediarios que aceptan las entregas y encuentran compradores en las ciudades se llaman kasibkars.
Los kolbars y kasibkars tienen entre 13 y 70 años. Algunos sólo han terminado la escuela primaria, mientras que otros son licenciados universitarios. Llevan cargas, porque no encuentran otro empleo. En los últimos 5 años, unos 300 kolbars y kasibkars fueron asesinados a sangre fría. No se dispone de estadísticas absolutas de las muertes.
Noticias relacionadas: