Recordando al guerrillero Şîyar Gabar

El guerrillero alemán Jakob Riemer (Şîyar Gabar) perdió la vida hace dos años en un ataque aéreo turco en Çarçella, en el norte del Kurdistán. Hêlîn Şîyar le recuerda.

Como todas las personas, Jakob, Şîyar, tenía muchas facetas, muchos pensamientos y otras tantas ideas. Fue y seguirá siendo siempre un amigo, hijo, hermano y camarada, un futbolista y músico entusiasta, una persona para la que todo o nada era una filosofía de vida, un revolucionario.

Un revolucionario, que era capaz de arrastrar a la gente a través de su entusiasmo y pasión. Hace dos años murió este revolucionario Jakob Riemer, que tomó el nombre de Şîyar Gabar durante la lucha en nombre de la humanidad. 

 

A partir de las historias de los amigos que pasaron mucho tiempo en el Kurdistán con Şîyar, y de los recuerdos de los amigos de Alemania que conocieron a Jakob durante tantos primeros pasos, él fue con su manera entusiasta y apasionada de acercarse a las personas, capaz de conectarlas entre sí y de llevar calor y motivación a cualquier lugar. 

Al hacerlo era directo, expresaba su opinión con confianza y no tenía miedo a la confrontación. No podía ni quería aceptar cómo son las condiciones sociales, cómo se oprime a la gente y cuánta injusticia hay. Se ha ocupado profundamente de las teorías y los análisis, y siempre estuvo en contacto e intercambio con diferentes personas. Quería cambiar algo, hacer la diferencia, a menudo no sabía por dónde empezar. Hasta que tomó la decisión por sí mismo de ir a las montañas del Kurdistán. La decisión de comprometerse plenamente en la lucha por la libertad y la humanidad, fue su manera.

En una conversación con un amigo que pasó algún tiempo en las montañas con Şîyar, este dijo que Şîyar amaba la vida allí, que quería entender y aprender profundamente. Como dijo, Şîyar aprendió rápidamente el idioma kurdo y quería aprender mucho más, porque pensaba que nunca se sabe dónde puede llevar el trabajo de los jóvenes. Siempre se acercaba a la gente cuando notaba que el humor no era bueno, y se sentaba con ellos para discutir.

Aquí en Alemania, también, Jakob era un apasionado de las discusiones y quería llevarse a su oponente con él, pasaba horas y horas para convencer a la persona de sus ideas. A través de su espíritu comunitario, su persuasión y su devoción a la revolución se le dio una gran responsabilidad, a través de su papel de comandante. Esta tarea la ha asumido con amor por la gente y con un sentido de responsabilidad y compromiso total. Con su decisión, como dijo un amigo, le movió a ocuparse de sí mismo más intensamente y así desarrollarse más.

A partir de las conversaciones, rápidamente queda claro que dondequiera que fuera, hacía reír a la gente. "Nos hacía reír a todos. Siempre se reía, siempre había una sonrisa en su cara,- comenta una amigo suyo-. Así que creo que habría una sonrisa en su cara si supiera cuánta gente que estuvo cerca de él en su vida y más allá de eso, sigue activa por un cambio de las condiciones sociales existentes y luchando por un mundo libre y preguntando constantemente la pregunta '¿Cómo queremos vivir?'".

Escuchar lo feliz que le hizo su decisión y cuánta alegría, dedicación y pasión tuvo en la lucha por una sociedad liberada es un regalo. Saber que un ser querido defiende sus ideales y lucha por lo que es importante para él, para la humanidad, es un regalo y una fuente de inspiración.

Recordamos a Jakob Riemer, Şîyar Gabar, un revolucionario, que extrajo de sus análisis de las condiciones existentes y de los cambios necesarios resultantes, sus propias consecuencias. 

Quien, a través de su carácter único y su manera actual, dejó un fuerte recuerdo a las personas que conoció y a través del viaje que eligió, cambió la vida de muchas personas. Jakob, Şîyar planteó la pregunta "¿Cómo queremos vivir?" una y otra vez dondequiera que estuviera y nos recuerda con ello lo importante que es plantearse esta pregunta una y otra vez y lo importante que es sacar las conclusiones adecuadas.