Equipos gubernamentales e internacionales especializados en la búsqueda y el descubrimiento de fosas comunes lograron encontrar 18 fosas comunes en la aldea de Kocho en Shengal (región de Sinjar). Las fosas comunes contenían los restos de quienes fueron asesinados a manos de los mercenarios del ISIS el 15 de agosto de 2014, 12 días después del ataque a la provincia de Shengal. Más de 900 personas del pueblo fueron secuestradas por el ISIS, de las cuales 663 han sido liberadas hasta ahora, mientras que el destino de otras 140 sigue siendo desconocido, entre ellas 90 mujeres yazidíes.

Tras identificar a las 104 víctimas, hoy se ha celebrado una ceremonia religiosa en la aldea de Kocho, en la que han participado decenas de clérigos, combatientes de las Unidades de Resistencia de Shengal (YBŞ) y de las Unidades de Mujeres de Shengal (YJŞ), representantes de la Administración Autónoma Democrática de Shengal, del Partido de la Libertad y la Democracia Yazidí, del Movimiento de Mujeres Yazidíes y representantes de instituciones civiles, además de miles de personas de la provincia de Shengal y funcionarios iraquíes.

Los restos de las víctimas fueron enterrados en un cementerio especial en el Cementerio de Víctimas de Kocho, en el pueblo.