El ejército turco ha incendiado un bosque en el distrito de Lice en la provincia de Amed (Diyarbakir). Antes de eso, se llevó a cabo una operación militar en el área que bordea el pueblo de Sisê. Los habitantes de la aldea hasta ahora se han quejado en vano ante varias autoridades sobre su sufrimiento. Nadie se siente responsable de controlar el fuego. Debido a las condiciones desfavorables del viento, también existe el peligro de que propaguen las llamas.

Desde que Recep Tayyip Erdoğan terminó unilateralmente las conversaciones de paz con el PKK hace cinco años, el gobierno turco ha estado librando una guerra mortal contra la población kurda. Desde el verano de 2015, los bosques de Kurdistán han sido sistemáticamente incendiados por el ejército turco. Esto es parte de la política de contrainsurgencia y expulsión vigente en Kurdistán desde la fundación del Estado en 1923.