La Fuerza Aérea turca ha vuelto a bombardear la región del Kurdistán iraquí. Varios aviones de combate alcanzaron objetivos en Biradost a primera hora de la tarde del jueves, según informó la agencia de noticias RojNews, citando a fuentes locales.

Las bombas cayeron sobre las localidades de Sinîn, Tengiya Singa y Lolan y provocaron un incendio forestal en al menos un punto. No se han facilitado más detalles sobre la magnitud de los daños. Tampoco está claro si hubo heridos. Todavía no han sido desplegados efectivos de defensa civil.

Biradost (también Bradost o Sîdekan) es un subdistrito del distrito de Soran y está situado al noreste de Hewlêr (Erbil). La región es objeto de repetidos ataques aéreos y terrestres por parte del ejército turco. A mediados de julio, dos pastores resultaron heridos en Biradost cuando los pastos y campos de las laderas del macizo de Şekiwyan fueron bombardeados. Las granadas cayeron en medio de una manada de animales y muchos de ellos murieron en agonía. En abril, un peshmerga de 43 años murió en un ataque aéreo turco en un pueblo de Biradost.

Desde que Turquía amplió su ofensiva de ocupación "Operación Cierre de Garra" en junio, en el sur del Kurdistán se han producido diariamente intensos ataques e incendios provocados. El objetivo es expulsar a la población de allí. Según la ONG Community Peacemaker Teams (CPT), numerosos pueblos ya han quedado despoblados como resultado de la violencia militar turca, y otros pueblos corren el riesgo de correr la misma suerte.

Este año, al menos nueve civiles han muerto también por ataques aéreos y terrestres turcos. La comunidad internacional ignora los crímenes de Turquía en su país vecino.

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