La ONG Community Peacemakers Teams (CPT) hizo público un balance del «impacto civil total de la última operación militar turca». El periodo analizado abarcó el mes comprendido entre el 15 de junio y el 15 de julio.

El 15 de junio, las Fuerzas Armadas turcas iniciaron una nueva operación militar y ofensiva en la zona de Berwary Bala para hacerse con el control de la montaña Metina y sus alrededores, con vistas a hacerse con el control de la montaña Gare.

El CPT dijo que «las operaciones militares han sido llevadas a cabo tanto por fuerzas terrestres como aéreas con el despliegue de unos 1250 soldados turcos, 300 tanques e intensificando los bombardeos aéreos. Desde la nueva operación del 15 de junio, Turquía ha llevado a cabo al menos 381 bombardeos en el Kurdistán iraquí, principalmente con aviones de combate, pero también con bombardeos de artillería y aviones no tripulados. Ha habido un impacto civil considerable, principalmente en forma de desplazamientos, pérdida de medios de vida económicos, pérdida de tierras agrícolas, daños ecológicos y una víctima verificada (1 herido)».

Según los datos del CPT «9 pueblos han sido completamente desplazados, al menos 184 familias han sido desplazadas, aproximadamente 68.000 dunams de tierra han sido quemados, 1 iglesia, 1 fábrica de tahini, 1 coche, 2 proyectos de agua, y 19 casas civiles han sido dañadas o destruidas, 1 civil resultó herido. Además, las redes eléctricas y las torres de las aldeas de Bari Gare y Miska han sido atacadas. Los equipos y torres de telecomunicaciones turcos han interrumpido las redes en las zonas de más de 110 aldeas.»

El balance añade: «La nueva operación militar ha provocado el desplazamiento de nueve aldeas. Ocho de las aldeas están situadas en el distrito de Amedi y una en el distrito de Batifa. Cuatro aldeas de la zona de Bari Gare, situada al sur de Amedi, al pie septentrional de la montaña de Gare, han sido desplazadas. Entre ellas se encuentran la aldea de Mizhe, en la que vivían 38 familias y una de sus escuelas fue bombardeada en febrero de este año, durante la fase preparatoria de la actual operación, y dos casas destruidas; la aldea de Spindare, en la que vivían 43 familias y una casa civil fue bombardeada y destruida; Kafna Mizhe, en la que vivían 32 familias y una casa civil fue destruida; y Girgashe, en la que vivían 16 familias».

El informe señala que «muchas de las familias, que dependían de la agricultura para sus ingresos, han perdido sus medios de subsistencia económicos debido a su desplazamiento a Deraluk y Duhok. Las familias desplazadas carecen ahora de empleo, y algunas trabajan como jornaleros o vendedores de fruta». Además del desplazamiento, en la zona se quemaron muchos de sus bosques que tenían árboles y plantas vitales, como manzanos, zumaques, robles, nogales, qazwan y daraban. Cuatro aldeas de la zona de Berwary Bala, situada al noroeste de Amedi, cerca del pie septentrional de la montaña Metina, también han sufrido desplazamientos. Se trata de la aldea de Miska, que tenía 16 familias y fue objeto de intensos bombardeos y de la entrada de soldados turcos en las casas de los civiles, lo que provocó el incendio del 85% de sus tierras agrícolas, el bombardeo de dos casas, el bombardeo de su iglesia, el bombardeo de su pozo de agua y daños en un total de nueve casas de civiles; Dargale Musa Bagi, que tenía 10 familias, cuya fábrica de Tahini fue bombardeada y a las que los soldados turcos dijeron explícitamente que se marcharan; Shelaza; y Bishele. También ha sido desplazada una aldea llamada Demka, situada en la región de Batifa, en la que vivían 12 familias».