Si bien no hubo un solo soldado iraquí en Shengal durante el proceso de invasión llevado a cabo desde el 3 de agosto de 2014 por el ISIS, decenas de miles de soldados se posicionaron contra el pueblo de Shengal, que formó su propia autodefensa y gobierno autónomo tras el ataque. Tras el acuerdo Ankara-Hewler-Bagdad, anunciado el 9 de octubre de 2021, bajo la tutela y liderazgo de la ONU, el ejército iraquí atacó el gobierno autónomo de Shengal desde tierra, mientras que el Estado turco lo acompañó con ataques aéreos. Como resultado de estos ataques, decenas de yazidíes fueron asesinados.
Al darse cuenta de que los yazidíes no retrocederían ante estos ataques, la alianza Ankara-Hewlêr-Bagdad ha puesto en marcha esta vez un plan de liquidación más amplio. Mientras el Estado turco lanzaba un ataque integral contra las Zonas de Defensa de Medya el 17 de abril, el ejército iraquí atacaba al día siguiente los puntos de las Asayiş y las YBŞ-YJŞ en Shengal. Sin embargo, ante la resistencia conjunta llevada a cabo por las YBŞ-YJŞ y el pueblo, el ejército iraquí tuvo que dar un paso atrás.
Además, el KDP comenzó a organizar acciones de provocación en Shengal. Repartiendo dinero entre algunas organizaciones, líderes tribales y su red de colaboradores locales, el KDP incitó a la población de Shengal contra las YBŞ-YJŞ y la Administración Autónoma. Cuando el KDP vio que no obtenía resultados de esto, comenzó a atacar de nuevo a Shengal, esta vez con más juegos sucios, en el marco de la triple alianza. Esta vez, con una orientación hacia la población civil.
Según este nuevo plan, las asambleas e instituciones de la Administración Autónoma Democrática de Shengal son atacadas periódicamente por el Estado turco con drones, así como son atacados algunos civiles. Esto último se lleva a cabo con la finalidad de canalizar las reacciones de sus familiares contra la Administración Autónoma Democrática de forma que el pueblo de Shengal se enfrente contra su propio gobierno autónomo. Se organizarán elementos antirrevolucionarios entre los yazidíes en Shengal, como en el Kurdistán del Norte y en Rojava, para ser utilizados contra la revolución. Ya vimos el primer ejemplo de esto después de los ataques a los comerciantes cerca de la Asamblea Popular de Sinûnê el 15 de junio.
El pueblo de Shengal debe ser consciente de ello y no debe permitir la organización de los provocadores que la inteligencia turca-KDP está tratando de organizar, así como tratar de fortalecer aún más sus alianzas.