El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) ha emitido una declaración para pedir a las autoridades turcas que investiguen los ataques aéreos que mataron al reportero de ANHA Essam Abdullah y a otros civiles en Derik. Abdullah murió y Mohammed Jarada, reportero de Sterk TV, resultó herido durante los ataques aéreos turcos del 20 de noviembre.
“Las autoridades turcas deben llevar a cabo inmediatamente una investigación completa y transparente sobre si el reportero de la Agencia de Noticias Hawar (ANHA), Essam Abdullah, y otros periodistas fueron objeto de ataques aéreos turcos en la región”, ha declarado Sherif Mansour, coordinador del programa de Oriente Medio y Norte de África del CPJ. Y agregó: “Los periodistas son civiles y deben ser protegidos mientras hacen su trabajo”.
Mustafa Allua, director de ANHA, dijo al CPJ por teléfono que los ataques se produjeron a la 1:10 de la madrugada del 20 de noviembre. “Essam me dijo que iría al pueblo atacado para cubrirlo porque había víctimas civiles. Estuve de acuerdo”, dijo Allua.
“Estuve en contacto con Essam hasta las 2 de la madrugada. Luego le llamamos varias veces, pero fue inútil”, dijo Allua, quien continuó: “Nos dimos cuenta de que había muerto en el segundo ataque aéreo”. Allua añadió que el cuerpo de Abdullah había sido encontrado con su cámara quemada.
Jarada, de Sterk TV, resultó herido en la ciudad septentrional siria de Kobanê, dijo el reportero al CPJ por teléfono. Alrededor de las 9 de la mañana del 20 de noviembre, el reportero fue con otros dos periodistas a cubrir el bombardeo de un hospital cuando otra ronda de bombas impactó en el hospital. “Me hirieron en la cabeza”, dijo Jarada, añadiendo que fue golpeado por los escombros y que sus colegas periodistas lo llevaron a otro hospital. “Ahora me siento bien”, agregó.
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