Reporteros Sin Fronteras (RSF) presenta su evaluación condenatoria de los 10 años de Recep Tayyip Erdoğan como presidente de Turquía e indican que 5 periodistas fueron asesinados, 131 encarcelados, 77 condenados por "insultar al presidente" y cientos procesados por su trabajo.
En la última década, el presidente Erdoğan ha establecido un sistema hiperpresidencial que ha socavado la libertad de prensa y el pluralismo de los medios de comunicación. La evaluación condenatoria de RSF pone de relieve la magnitud de la cruzada emprendida por el hombre que debe continuar como presidente de Turquía hasta 2028 tras ganar un tercer mandato en mayo de 2023.
"El periodismo independiente está ahora claramente en peligro de extinción como resultado de esta década opresiva. La explotación del sistema judicial y de la radiodifusión pública, así como el dominio absoluto de la propiedad de los medios de comunicación y de las instituciones reguladoras, han puesto en peligro el derecho a la noticia y a la información, sin el cual no puede existir el Estado de derecho. Turquía debe despertar de esta pesadilla y pasar página. Pedimos al presidente que actúe rápidamente y lleve a cabo una reforma profunda para proteger a los periodistas independientes y garantizar el derecho a la información en el país", afirma el representante de Reporteros Sin Fronteras en Turquía, Erol Önderoğlu.
Los detalles del informe de RSF incluyen lo siguiente:
150 reporteros agredidos durante las protestas de Gezi: el inicio de la impunidad
La actitud autoritaria y la hostilidad de Erdoğan hacia los periodistas comenzaron antes de su mandato como presidente. Cuando Erdoğan era primer ministro, las protestas antigubernamentales de Gezi en Estambul en la primavera y el verano de 2013 estuvieron marcadas por un aumento sin precedentes de la violencia contra los profesionales de los medios de comunicación. Entre mayo y septiembre de 2013, más de 150 periodistas fueron atacados por la policía con total impunidad en Estambul, Ankara e Esmirna. Esta represión presagiaba la impunidad que acompañaba al nuevo enfoque autoritario de la gobernanza de Erdoğan. Solo tres periodistas fueron indemnizados por los daños sufridos.
Más del 85% de los medios de comunicación nacionales están controlados por el gobierno
Erdoğan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo ya eran muy influyentes cuando se convirtió en primer ministro en 2002. Erdoğan procedió a crear un sistema financiero que se apoderó de las empresas de medios de comunicación que luchaban por pagar sus deudas con el Estado, y finalmente asignó estos medios a empresas del sector privado aliadas con el gobierno. Hoy en día, más del 85% de los medios de comunicación nacionales del sector privado están controlados por empresas que apoyan al gobierno o están vinculadas a él por intereses estratégicos compartidos.
El control de Erdoğan sobre los medios de comunicación —que también incluye un estrecho control sobre la emisora estatal de radio y televisión TRT y el Consejo Nacional de Radiodifusión (RTÜK)— contribuyó a su tercera victoria en las elecciones presidenciales de mayo de 2023, al final de una campaña claramente manchada por una cobertura mediática sesgada.
Las detenciones y los juicios se utilizan para restringir la labor periodística
El hostigamiento judicial es uno de los métodos favoritos del gobierno para intimidar a las y los periodistas e impedir la cobertura mediática del autoritarismo, la corrupción, el amiguismo político o los problematica kurda, y para impedir que los periodistas de investigación descubran historias que podrían avergonzar al gobierno y sus aliados. De los 131 periodistas detenidos desde que Erdoğan asumió la presidencia en 2014, al menos 40 han sido condenados.
Turquía se convirtió en la mayor prisión del mundo para periodistas en 2018, durante el estado de emergencia impuesto tras un intento de golpe de Estado en julio de 2016. Se llevaron a cabo detenciones arbitrarias masivas en muchos medios de comunicación, incluidos los diarios Cumhuriyet, Sözcü, Özgür Gündem y Zaman.
El hostigamiento judicial de los medios de comunicación sigue siendo generalizado. Entre los profesionales de los medios de comunicación sometidos a procedimientos judiciales que han conducido a detenciones en los últimos años se encuentran periodistas de investigación, presentadores de televisión y reporteros decididos como Tolga Sardan, Merdan Yanardag, Baris Pehlivan, Abdurrahman Gök y Furkan Karabay.
Los cargos más comunes presentados contra el personal de los medios de comunicación incluyen difundir "propaganda a favor de una organización terrorista" y "exponer a un funcionario antiterrorista a la amenaza de organizaciones terroristas" en virtud de la ley antiterrorista (TMK), o "insultar a un funcionario público", "insultar al presidente" y "denigrar instituciones estatales" en virtud del código penal (TCK).
Según el recuento del sitio de noticias y socio de RSF, Bianet.org, en los últimos 10 años, un total de 77 periodistas han sido multados o condenados a prisión (en algunos casos suspendidos) por "insultar al presidente" en artículos, editoriales o comentarios publicados o compartidos en las redes sociales.
Erol Önderoğlu, representante de Reporteros Sin Fronteras en Turquía, es coacusado en una causa penal junto con el periodista Ahmet Nesin y el defensor de los derechos humanos Sebnem Korur Fincanci, que se ha prolongado durante más de ocho años. Están acusados de propaganda a favor del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) por participar en una campaña periodística de solidaridad en apoyo de Özgür Gündem, un periódico prokurdo que fue cerrado por la fuerza bajo el estado de emergencia en 2016. Sus absoluciones fueron anuladas en octubre de 2020 tras ser criticadas públicamente por Erdoğan.
La persecución de periodistas por parte del gobierno de Erdoğan no reconoce fronteras. Durante años, tras huir al extranjero, periodistas como Erk Acarer, Hayko Bagdat y Fehim Tastekin han sido objeto de procedimientos judiciales o represalias administrativas en relación con su labor periodística.
Can Dündar, ex redactor jefe del diario Cumhuriyet (República), fue amenazado personalmente por Erdoğan, obligado a huir al exilio en el extranjero y condenado en ausencia a 27 años y medio de prisión por un artículo de 2015 titulado "İşte Erdoğan'ın yok dediği silahlar" ("Aquí están las armas que Erdoğan dice que no existen"). Erdoğan respondió: "La persona que escribió este artículo lo pagará caro. No dejaré que se salga con la suya".
Plataformas en línea bloqueadas
Las plataformas de redes sociales también han sido censuradas por el gobierno de Erdoğan. El 2 de agosto, se dejó inaccesible a Instagram por "delitos de catálogo", como el abuso infantil y el consumo de drogas. La prohibición de acceso, anunciada sin ninguna explicación, se basa en el artículo 8 de la Ley de Internet, que permite hacer inaccesibles contenidos o sitios web por una serie de motivos, entre ellos "pornografía", "venta de productos que ponen en peligro la salud", "incitación al suicidio" u "ofensa a la memoria del fundador de la República Mustafa Kemal Atatürk".
Pero la prohibición se impuso después de que Instagram restringiera el acceso a los mensajes de condolencia de Erdoğan por la muerte del líder de Hamas, Ismaïl Haniyeh. Wikipedia fue bloqueada en Turquía durante tres años a partir de 2017 por contenido y artículos presuntamente cómplices con organizaciones yihadistas en Siria. Twitter fue bloqueado en marzo de 2014 por grabaciones de audio que implicaban a políticos turcos.
Cinco periodistas asesinados
Los medios de comunicación turcos se habían librado de los asesinatos políticos desde el asesinato en 2007 de Hrant Dink, un periodista armenio-turco que fundó y editó el semanario bilingüe Agos. Pero cinco periodistas han sido asesinados desde que Erdogan asumió la presidencia: tres periodistas sirios que habían huido de la guerra civil que comenzó en Siria en 2011 y dos periodistas ubicados en las ciudades de Bursa y Kocaeli.
Cuando Erdogan asumió la presidencia en 2014, Turquía ocupaba el puesto 154 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras. Cayó al puesto 165 en 2023 y ocupa el puesto 158 en el Índice 2024.
Claves de los diez años de Erdogan como presidente:
● Cinco periodistas asesinados
● 131 periodistas detenidos (por más de 48 horas), 40 de los cuales fueron condenados
● 77 periodistas condenados por "insultar al presidente"
● El 85% de los medios de comunicación nacionales están controlados por el gobierno
● Tres grandes plataformas de redes sociales bloqueadas (Instagram, Wikipedia, Twitter)