La periodista kurda Rabia Önver ha sido condenada a prisión en Turquía. Un tribunal de Van declaró culpable a la reportera de la agencia de noticias JinNews, compuesta exclusivamente por mujeres, de "difundir propaganda terrorista" para el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). La pena de prisión se fijó en un año, seis meses y 27 días, pero el tribunal pospuso la sentencia. Esta es una regla especial en la ley turca, similar a la libertad condicional.
El trasfondo del proceso fueron las publicaciones de Twitter de Önver, cuyo contenido trataba sobre crímenes contra las y los kurdos. La acusación específica fue "propaganda terrorista en cadena en los órganos de los medios". Durante un interrogatorio del departamento antiterrorista de la policía turca sobre la investigación, Önver había sido interrogada previamente, entre otras cosas, por tuits sobre el triple asesinato político de las revolucionarias kurdas Sakine Cansız, Fidan Doğan y Leyla Şaylemez en 2013 por un MIT en París.
Las publicaciones sobre la masacre de Roboski, en la que la fuerza aérea turca mató a un total de 34 civiles a fines de 2011, así como el asesinato del abogado de derechos humanos Tahir Elçi en 2015 en la ciudad vieja de Amed (Diyarbakır) también fueron clasificado como "criminal" por la policía en ese momento. Las autoridades basaron su investigación en el hecho de que Önver había compartido videos que mostraban a personas con bufandas de tela en los "colores prohibidos" de verde, rojo y amarillo. Otras preguntas, según la periodista, giraron en torno a la ubicación de los tuits publicados y "el objetivo detrás de ellos".
Önver asistió al juicio a través de un vídeo desde el distrito kurdo de Gever (Yüksekova) y negó las acusaciones. Afirmó que simplemente había ejercido su derecho a la libertad de expresión y cumplido con su deber como periodista: proporcionar información al público. Afirmó que no había ninguna violación de la ley turca en cuestión. La abogada de Önver, Harika Günay Karataş, criticó el hecho de que la fiscalía asignó las redes sociales como medio de comunicación, en contra de la redacción de la ley de prensa. Esto es ilegal, denunció la abogada, acusando a la policía de haber llevado a cabo una "cacería humana virtual sin base legal". Ella agregó que los oficiales excedieron los límites de sus poderes y atacaron a su clienta para presentar una acusación y silenciar a una "disidente".
La fiscalía había exigido hasta cinco años de prisión contra Rabia Önver, debido a una "cadena de delitos". Si bien la sentencia aún no es definitiva, Karataş anunció que apelaría.