La violencia policial contra los periodistas está aumentando en Turquía. En julio, ocho periodistas resultaron heridos en un ataque policial contra una manifestación conmemorativa en Estambul. Una de las víctimas fue el periodista freelance Emre Orman, quien trabaja en los medios de comunicación desde hace seis años y que informa principalmente sobre manifestaciones y otros actos públicos. Ya ha sido acusado varias veces e incluso detenido por sus publicaciones en redes sociales.
Las imágenes de la agresión policial contra él se han colgado en Internet. Un vídeo muestra al periodista rodeado por decenas de policías y a uno de ellos golpeándole con el puño. Esta dimensión de la violencia directa contra un periodista era nueva para Emre Orman. Dijo que ese puñetazo no iba dirigido a él personalmente, sino a su profesión. Ahora quiere demandar al policía. Para ello, ha obtenido un certificado médico y se ha puesto en contacto con la Fundación de Derechos Humanos de Turquía (TIHV).
“Fue el jefe de policía de Kadikoy personalmente quien nos identificó como objetivo en la manifestación. Fue un ataque brutal. Llevo seis años haciendo este trabajo, pero no había visto nada igual desde la revuelta del parque Gezi. Esta vez, la gente fue golpeada con palos encontrados en la calle. Ese fue un mensaje que puede ser entendido por todos. El objetivo de la violencia policial, que se exhibe públicamente, es intimidar a la gente e impedir que proteste”, dijo Orman.
“Los policías tiraron al suelo a los manifestantes y se arrodillaron sobre sus cuellos”, explicó Orman, y continuó: “Se acercaron a nosotros con balas de goma y escudos y me golpearon. Es de suponer que estas agresiones seguirán aumentando. A veces los ataques a los periodistas se detienen temporalmente para poder decir que no hay violencia contra los representantes de los medios de comunicación. En el acto de conmemoración de Suruç se arrastró a la gente por el suelo. Los periodistas fueron empujados a un lado para que no pudieran grabar lo que estaba ocurriendo. La policía me conoce, pero me empujó y me preguntó quién era. Luego me acosaron. Estaba allí para informar”.
Un total de ocho trabajadores de los medios de comunicación resultaron heridos en el transcurso de la operación policial. Además de Emre Orman, Yasin Akgül y Fatoş Erdoğan han decidido emprender acciones legales. Reciben el apoyo de la organización de derechos de los medios de comunicación Media and Law Studies Association (MLSA), que ofrece apoyo legal a periodistas, académicos y activistas que son perseguidos por su trabajo en Turquía.