Zeynep Durgut: “Nos amenazan por revelar la verdad”

La periodista Zeynep Durgut afirma que quienes destapan la corrupción y la verdad en el Kurdistán y Turquía son constantemente perseguidos y amenazados en el clima antidemocrático actual.

REPRESIÓN A LA PRENSA

Los periodistas en el Kurdistán Norte (Bakur en kurdo, la zona kurda que quedó dentro de las fronteras geopolíticas de Turquía y su administración tras el Tratado de Lausana) se enfrentan a amenazas de redes criminales debido a las noticias que dan. En particular, los miembros de Prensa Libre se han convertido cada vez más en blanco de ataques debido a su trabajo de investigación. Zeynep Durgut, reportera de la Agencia Mezopotamya (MA), fue amenazada por la familia de Kenan Tatar, uno de los acusados en el caso de la "red de prostitución" descubierta en la ciudad de Şirnex (Şirnak).

Zeynep Durgut, periodista amenazada por la red de prostitución, habló con ANF sobre su experiencia. Dijo: “Existe un legado de verdad que se extiende desde Apê Musa (Musa Anter) hasta Gurbetelli. Para nosotros y nosotras, el periodismo es, en esencia, un compromiso con la verdad y un camino guiado por ese principio. Para nosotros y nosotras, el periodismo es un viaje hacia la verdad.

En la realidad social, la verdad suele recibirse con ira. Porque la verdad es aterradora, inquietante y reveladora. Los periodistas son amenazados, detenidos o encarcelados. Si eres periodista en este país, debes trabajar con la constante consciencia de que algo te puede pasar en cualquier momento.

A pesar de tener razón, no estamos protegidos; somos tratados como criminales y castigados. Sin embargo, creemos en una cosa: el único escudo que tenemos es la verdad misma y nuestra creencia en ella. Las amenazas, la violencia e incluso los asesinatos contra periodistas a menudo quedan impunes. Los infractores rara vez son procesados, o quedan libres con sentencias muy leves. Esto fomenta nuevas amenazas, especialmente donde la independencia judicial es débil.

En países donde la libertad de prensa está restringida y la libertad de expresión suprimida, aumentan las amenazas contra periodistas. Esto se debe a que el periodismo funciona como un mecanismo de supervisión, y las estructuras autoritarias se ven afectadas por ello. Cuando las instituciones mediáticas se asocian con facciones políticas específicas, los periodistas dejan de ser vistos como voces independientes y se convierten en portavoces de un bando. Esta percepción legitima las amenazas y los ataques de ciertas personas o grupos.

La falta de una sólida solidaridad entre periodistas y la debilidad o neutralización de las organizaciones profesionales también los deja más aislados y vulnerables”.

El poder judicial guarda silencio cuando los periodistas son objeto de ataques.

Zeynep Durgut señaló que los miembros de la Prensa Libre se enfrentan a graves presiones y amenazas, y compartió las siguientes observaciones: “En muchos países, especialmente en aquellos con gobiernos de tendencia autoritaria, el poder judicial ha caído bajo la influencia del ejecutivo. Esta situación obstaculiza la implementación de un proceso legal justo e imparcial en casos de delitos contra periodistas. Si las personas o grupos que lanzan amenazas tienen vínculos políticos, los casos a menudo se archivan o se desestiman sin ser procesados”.

Cuando los periodistas son blanco de ataques, el sistema judicial rara vez reacciona. Pero cuando los periodistas se convierten en blanco del poder judicial debido a un informe que publican, el mismo mecanismo se activa de inmediato. Esto demuestra que el poder judicial actúa en función de intereses políticos. Podemos llamar a esto un sistema legal de doble rasero.

La presión pública es un factor clave para activar el poder judicial. Sin embargo, en una sociedad profundamente polarizada, las amenazas contra ciertos periodistas pueden ser legitimadas por amplios segmentos de la población. Los medios de comunicación también pueden permanecer en silencio, lo que debilita aún más la posibilidad de ejercer presión sobre el poder judicial”.

Escribimos la verdad.

Zeynep Durgut concluyó destacando la importancia de la solidaridad: “La respuesta más significativa que podemos dar a la presión, las amenazas, las detenciones, los arrestos y la censura contra los periodistas es producir más noticias, descubrir más verdades y exponer más irregularidades. Este es el camino hacia la resistencia.

Para un periodista, cada lugar debe convertirse en un espacio de lucha, y es ahí donde la lucha debe comenzar. Si eres persistente y decidido a revelar la verdad, la verdad te acompañará; quienes la defienden te apoyarán.

Por lo tanto, como periodistas, debemos mantener la solidaridad, tanto dentro como fuera del campo. La solidaridad nos hace más fuertes.

Los periodistas deben comprender esto: nadie nos protegerá, excepto nosotros y nosotras mismas. Dado que la profesión que ejercemos perturba a todos los segmentos de la sociedad, escribimos la verdad. Y por esa razón, la forma de lucha que construimos debe estar guiada por una determinación y una resolución aún mayores”.