“Luchemos juntas contra el gobierno que quiere criminalizar nuestra unidad”, ha declarado la política del HDP en una rueda de prensa ante la reciente ola de represión contra el movimiento de mujeres en Amed.

Numerosas diputadas del HDP y activistas del Movimiento de Mujeres Libres (TJA), del Consejo Juvenil del HDP y alcaldesas destituidas por el Ministro del Interior turco han participado en la rueda de prensa, celebrada en el jardín de la sede del DTK en Amed. Lo han hecho portando fotografías de las mujeres detenidas el pasado fin de semana como parte de una investigación contra la asociación de mujeres Rosa. En una fotografía podía verse a Dilgeş, una niña de tres años de edad que ha sido apresada junto a su madre Gönül Aslan. La política del HDP, una de las doce arrestadas, tiene otros dos niños que actualmente se encuentran con sus abuelos. El padre está en el extranjero.

Nada es normal

Ayşe Acar Başaran, haciendo referencia a la “fase de normalización” en Turquía en el marco de la pandemia del coronavirus, dijo: “Desafortunadamente, nada es normal en este país. Las políticas de guerra y de represión que han tenido lugar desde las elecciones parlamentarias del 7 de junio de 2015 se están expandiendo a diario. La pandemia es vista como una oportunidad para ello. Para el gobierno del AKP, la nueva normalidad significa que la democracia sea abolida, las mujeres sean asesinadas cada día, y los guardias de seguridad, los agentes de la policía y los soldados acosen a la gente a diario y que la gente políticamente activa que insiste en políticas democráticas permanezca en riesgo de muerte en prisión”.

“¿Por qué defiende los derechos de las mujeres?”

La última fase de la “normalización” iniciada por el gobierno consistió en la detención de 12 integrantes de la asociación de mujeres Rosa y políticas kurdas el pasado fin de semana, sobre lo que Başaran añadió: “Las afectadas son mujeres que han trabajado para construir una sociedad en donde las mujeres no teman por sus vidas, por que los pobres y la población en general no teman por sus derechos democráticos”. La ola de arrestos en Amed tuvo lugar poco antes de que comenzara el toque de queda de cuatro días decretado en Turquía, según Başaran, con el fin de prevenir las protestas.

Sobre esto, Başaran continuó diciendo: “¿Y qué se les preguntó a la mujeres durante el interrogatorio? Que por qué organizaron un evento el 8 de marzo, por qué recibieron un mensaje del HDP, por qué pidieron una declaración del caso de la estudiante desaparecida Gülistan Doku, por qué defienden los derechos de las mujeres, y por qué participan en una asociación de mujeres como Rosa. Estas eran las preguntas para las que los agentes querían respuestas. Esto demuestra que toda la lucha de las mujeres está siendo juzgada en Turquía. Sin embargo, ninguna potencia mundial puede condenar esta lucha”.

Los hombres asesinan y las mujeres van a prisión

Başaran señaló que se confiscaron documentos de víctimas de violencia machista durante el registro realizado en la oficina de la asociación de mujeres Rosa. Y al mismo tiempo en que se llevaban a cabo los registros en varios domicilios en Amed, una mujer era asesinada en Izmir. Su asesino sigue libre. “En lugar de encontrar al culpable, el gobierno está persiguiendo a las mujeres que piden que se ponga fin a los asesinatos machistas”, dijo la política del HDP.

Başaran terminó su intervención diciendo: “El ataque de hoy no es un ataque contra el HDP o un ataque contra las mujeres kurdas; es un ataque contra todas las mujeres. Unámonos y seamos una sola voz, y enterremos juntas esta mentalidad dominante masculina. Defendamos nuestros logros juntas, tejamos juntas nuestro futuro. Digo, convirtamos la nueva normalidad en un mundo de mujeres en lugar de un mundo de hombres”.

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