En el cantón del norte de Siria, Kobanê, se ha registrado una marcada disminución de la tasa de suicidios entre las mujeres. Como señala el Comité de Mujeres de la región del Éufrates en un informe basado en todos los datos reunidos por las autoridades, tres mujeres se suicidaron en 2019. En el año anterior, 14 mujeres habían puesto fin a sus vidas. Las principales razones de la disminución son las medidas de prevención, que han permitido sensibilizar a la opinión pública sobre los riesgos de suicidio.
Entre las posibles causas de suicidio de mujeres, el informe menciona, además de los factores biológicos (por ejemplo, los cambios metabólicos en el cerebro) y los trastornos mentales, los acontecimientos estresantes de la vida -especialmente debido a la guerra en Siria- el entorno social, así como las enfermedades mentales básicas y la falta de capacidad individual para hacer frente al estrés y resolver problemas.
Kongreya Star había desarrollado conceptos para ayudar adecuadamente a prevenir los suicidios entre las mujeres. Los suicidios y los intentos de suicidio se mantienen ocultos en muchos lugares; el suicidio está estrictamente prohibido en el Islam. Incluso en Rojava, donde se ha construido una sociedad democrática que abarca todas las etnias y religiones en las condiciones más difíciles, en la que la libertad de la mujer, la igualdad entre hombres y mujeres es una directriz social igual que la vida ecológica y la actividad económica, la cuestión del suicidio se deja a menudo de lado. La vergüenza de los afectados y de sus familiares, que suele acompañar a este tipo de tabúes, dificulta aún más la gestión de la crisis que amenaza la vida.
Por esta razón, Kongreya Star ha lanzado campañas de información con el objetivo de acabar con los prejuicios y la estigmatización social existentes y ofrecer programas de prevención para las personas en situación de riesgo y sus familias. Dado que la prevención del suicidio es un desafío para toda la sociedad, se celebran seminarios y cursos educativos en lugares públicos y en academias en las que también participan hombres. Los cursos incluyen cursos sobre aspectos psicológicos, comunicación interpersonal, moral y cultura, la realidad de la mujer en la historia y los efectos negativos de la mentalidad patriarcal en la sociedad.