La violencia de género ha ido en aumento en Turquía, tanto en el ámbito doméstico como en el público, y cuatro de cada diez mujeres del país han sufrido violencia en la pareja, según un informe de la relatora especial de Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer, Reem Alsalem.
El informe se hizo público en el marco del 53º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Alsalem afirmó que las declaraciones oficiales de las autoridades turcas exacerban la violencia de género, y pidió al gobierno que restablezca el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, más conocido como Convenio de Estambul, que Turquía abandonó en 2021.
En los últimos seis años, los registros policiales muestran un aumento constante de la violencia doméstica en toda Turquía. El número de casos anuales aumentó a 268.817 en 2021, casi el doble de los 162.110 de 2016.
Alsalem afirma que las medidas de protección insuficientes e ineficaces son un problema clave, y que en muchos casos de asesinatos cometidos por antiguas o actuales parejas íntimas, las víctimas habían denunciado previamente la violencia a la policía, pero no se les proporcionó una protección suficiente y efectiva.
El informe también aborda la violencia contra las mujeres en la política, destacando la escasa representación femenina en el Parlamento y el hecho de que sólo haya una mujer en el Gabinete Presidencial. Señala que uno de los principales obstáculos para la participación de las mujeres en la vida política y pública es el riesgo de sufrir violencia de género o acoso.
Destacando que el gobierno no incluye a las organizaciones de mujeres en los procesos de toma de decisiones relativos a los derechos de la mujer, Alsalem subraya además que las defensoras de los derechos humanos, incluidas las mujeres kurdas, sufren violaciones de sus derechos a la libertad de expresión, pensamiento, asociación y reunión pacífica.
Los matrimonios infantiles en el país son otra de las cuestiones destacadas en el informe. En él se afirma que, aunque la edad legal para contraer matrimonio según el Código Civil turco es de 18 años, con el consentimiento de los padres o tutores puede reducirse a 17 años y, en casos excepcionales, con aprobación judicial, a 16 años. Aunque las autoridades turcas no reconocen los matrimonios religiosos, los acogen con tolerancia.
Una encuesta realizada en 2014 reveló que más del 26% de las mujeres se casaron cuando eran menores de edad. El 20% de las novias menores de edad fueron obligadas a contraer matrimonio.
Según Alsalem, las mujeres refugiadas y migrantes son menos propensas a denunciar delitos contra su pueblo por miedo a ser deportadas y tienen menos posibilidades de reubicarse o buscar protección.