El Estado turco continúa los ataques contra los territorios del Norte y el Este de Siria. En rechazo a los ataques de invasión, las mujeres celebraron marchas de protesta, encabezadas por el Grupo de Mujeres Zenubiya, en Raqqa y Manbij.

Raqqa

Las mujeres de Raqqa salieron a la calle para protestar contra los ataques del ejército turco en la región de Raqqa. Desde allí exigieron que los ocupantes abandonaran los territorios del Norte y el Este de Siria.

La marcha, promovida por el Grupo de Mujeres Zenubiya, comenzó frente al estadio del centro de la ciudad.

Durante la marcha, las activistas portaron pancartas en las que se leía: “¿Dónde está la conciencia de la comunidad internacional ante los crímenes de Erdogan contra las mujeres que viven en Oriente Medio?” y “No a la invasión turca en Siria, Irak y Libia”.

Itimad Ehmed, miembro del Grupo de Mujeres Zenubiya, se dirigió a la multitud durante un mitin que siguió a la marcha, diciendo: “El ejército turco invasor pretende sembrar la discordia y desencadenar una guerra para lograr sus objetivos. Pretenden invadir las demás regiones de Siria. Masacran indiscriminadamente a los civiles.

Ayer fue el Día Mundial de la Paz. ¿Dónde está la paz? ¿Dónde está la humanidad?”, se preguntó Itimad Ehmed.

Nermin Miri, miembro de las Fuerzas de Seguridad Interna, agregó: “Rechazamos los ataques de Erdogan contra el Norte y el Este de Siria”.

La manifestación terminó con consignas de saludo al líder político kurdo Abdullah Öcalan y a la resistencia de las mujeres, y con un homenaje a los mártires.

Manbij

La Oficina del Grupo de Mujeres Zenubiya de Manbij hizo una declaración con motivo del 1 de septiembre, Día Mundial de la Paz, diciendo lo siguiente:

“Con nuestra fe en el papel de las mujeres en el fomento del amor, la cooperación, la fraternidad y la coexistencia en la construcción de la sociedad, felicitamos a todas las mujeres libres resistentes que luchan por la paz con motivo del Día Mundial de la Paz.

El mundo celebra el Día Mundial de la Paz el 1 de septiembre con la determinación de construir un mundo pacífico y detener las guerras. Este es el derecho más natural y más legítimo de todos los pueblos que exigen una vida segura y pacífica. Las mujeres son las más afectadas por la guerra, la devastación y la emigración que sufren en los territorios ocupados por el Estado turco.

Desde que nuestras regiones fueron liberadas del terrorismo llevamos una vida segura. Esto ha sido posible, en primer lugar, gracias a las mujeres resistentes. Ellas luchan por la libertad y abrazan una vida honorable. Por esta misma razón, la exigencia más básica de las mujeres es una vida pacífica y libre. Ellas mantienen el ánimo en alto para poder desempeñar un papel activo en todos los ámbitos de la vida, incluso después de los duros combates.

Mientras el Estado turco invasor siga cometiendo crímenes contra los pueblos de la región, no se podrá construir la paz en nuestras regiones. La paz significa seguridad y bienestar, no muerte ni devastación.

Las organizaciones de derechos humanos deben cumplir su misión y detener todos los ataques contra los pueblos sirios”.