Propuestas del KJAR para las mujeres en Irán y Kurdistán del Este
La Sociedad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental ha presentado un comunicado con propuestas y sugerencias sobre los diversos temas relacionados con la mujer.
La Sociedad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental ha presentado un comunicado con propuestas y sugerencias sobre los diversos temas relacionados con la mujer.
La Sociedad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental (KJAR) ha emitido un comunicado para instar a una solución para las mujeres de Irán y Kurdistán Oriental.
El comunicado establece que la clave para resolver todos los problemas es la libertad de las mujeres.
"El problema del pueblo no se puede resolver sin antes solucionar el problema de las mujeres", dice el comunicado.
El documento primero analiza la situación actual de las mujeres en Irán.
El comunicado llama la atención sobre cuestiones tales como la situación política y económica de las mujeres, las presiones sociales sobre ellas, la situación en las cárceles, los matrimonios con menores... y presenta propuestas resolutivas a los diversos temas.
El KJAR ha pedido principalmente que la constitución sea enmendada de acuerdo con los derechos humanos.
Asimismo, el documento abogó por una sociedad libre de una mentalidad sexista, religiosa, nacionalista y unilateral. Dijo que esto se puede lograr si se basa en una dinámica interna de democratización y en la lucha de las mujeres y los pueblos.
KJAR también afirmó que es un deber básico de la humanidad eliminar la pena de muerte y enfatizó que las mujeres deberían disfrutar de la libertad de vestirse a su gusto.
El texto completo del comunicado del KJAR dice lo siguiente:
"El proyecto de la Sociedad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental para resolver la cuestión de las mujeres en el este de Kurdistán e Irán.
La solución clave para todas las cuestiones es la solución para la cuestión de las mujeres. Sin resolver la cuestión de la mujer, la humanidad nunca alcanzará su posición natural.
Actualemente, los sistemas autoritarios han alcanzado un callejón sin salida al que no pueden sobrevivir, ni siquiera pueden satisfacer las demandas de la sociedad. Por lo tanto, para su propia supervivencia intentan debilitar la fuerzas de resistencia de la sociedad y caen en una situación regresiva. Irán tampoco es una excepción y en todos los aspectos políticos, jurídicos, económicos, educativos, sanitarios y de bienestar ha llegado a la cima de una pronunicada crisis y, por su naturaleza, insiste en no realizar cambios fundamentales y soluciones acordes con los deseos y las demandas del pueblo. En un sistema así, no solo no se resolverán las preguntas y los problemas, sino el hambre y la pobreza se extenderán en la sociedad, una sociedad con una posibilidad cada vez menor de una vida democrática y libre. Irán tiene una riqueza cultural y social, y podría tener éxito en crear una vibrante vida democrática con la participación colectiva de todos los mosaicos sociales, pero aboga por una posición identitaria que se ha convertido en un instrumento para crear crisis.
Un sistema que no tiene como objetivo la solución de problemas sociales, se depreciará y finalmente terminará colapsando. El sistema de Velayat-e faqih en Irán, hace caso omiso de las limitaciones sociales internas y por un lado adopta una posición defensiva y por otro invasiva contra las fuerzas extranjeras con el objetivo de sobrevivir. La República Islámica siempre ha tratado de ignorar las crisis internas, pero incluso a un elevado coste, intentando que se le vea con un alto grado de poder e influencia a nivel regional y mundial. Para lograr un equilibrio con las fuerzas extranjeras, crea violencia doméstica y represión. Los daños sociales, económicos, culturales y ambientales en Irán han llegado al borde de la crisis con el desempleo, la pobreza, la adicción, la prostitución, el suicidio, la explotación sexual y la discriminación de género, y decenas de otros problemas que están aumentando, lo que es una prueba de esta afirmación. Ahora se ha demostrado que la discriminación contra las mujeres es la base de todos los problemas sociales. Las mujeres son las primeras víctimas de las políticas discriminatorias basadas en el género de la República Islámica de Irán, y de todas las formas de injusticia y violencia encubierta bajo el nombre de religión, tradición y costumbre, formas que eliminan la movilidad social. Donde las mujeres estén presentes, no será fácil ignorar la libertad. La libertad es en esencia una fuerza natural interna que resistirá cualquier intento de purgarla del ser humano, y la historia ha sido testigo de muchos levantamientos y rebeliones por la libertad. Hoy las mujeres y, en consecuencia, toda la sociedad, han tenido un propósito en la misma dirección, y según las posibilidades y los datos actuales, son menos los grupos sociales que renuncian a su libertad.
Las autoridades que no busquen una solución para asuntos sociales o de la mujer, o que no muestren tales intenciones, no tendrán la capacidad integral de administrar la comunidad. Las reformas superficiales no pueden hacer que el sistema pase de esta etapa y un requisito previo para lograr los cambios fundamentales requiere modificaciones radicales en en la mentalidad y la lógica racional que conducirán a cambios morales y de comportamiento y desarrollo en el sistema legal, y entonces los problemas de medios de subsistencia podran ser resueltos de alguna manera. Es necesario buscar enfoques históricos para resolver problemas más profundos, como cuestiones de clase, género y religión. El sistema en Irán no solo no muestra esto, sino que también es incapaz de resolver el problema principal de la sociedad, que es el problema de las mujeres, y es incapaz de ver el hecho de que las mujeres son la clave para resolver los problemas y liberarse de la crisis.
Las mujeres, que han sido la fuente de la vida a lo largo de toda la historia, son consideradas inútiles en el sistema iraní actual y no se les permite expresarse en las esferas humanas, sociales y económicas; algo que se ha vuelto más prominente en los últimos dos años. A medida que las presiones extranjeras han aumentado, el régimen debería permitir, sabiamente, que las mujeres se expresen con mayor libertad. Las mujeres como promotoras y protagonistas de la ética social son los principales implementadores de la sociedad democrática. La cultura de la madre/mujer, que es creadora de la comunidad moral, desempeña un papel importante en el reconocimiento de la diversidad y la coexistencia y en la promoción de la moral social y, por tanto, permite un desarrollo conceptual y práctico. En una atmósfera democrática, hay un equilibrio entre el individuo y la comunidad y los problemas del individuo y la sociedad se podrían resolver de manera sensata. Si las mujeres descienden de una posición elevada y se las presenta como un objeto sexual en un círculo limitado de vida y presencia social, y se las coloca en los pilares de la mentalidad patriarcal y la ideología consumista, se creará una base para la aparición de múltiples crisis. El sistema dominante, en lugar de lidiar con la raíz de la crisis, crea reformas superficiales que no enmiendan las bases fundamentales. En los tiempos actuales, en Irán nos enfrentamos a una doble opresión en las mujeres que ha propiciado una mayor represión social y hace que la comunidad pierda cada vez mas el control.
En la actualidad, Sigheh se ha convertido en una justificación oficial para la prostitución legal, y el matrimonio a una edad temprana se ha convertido en un estigma social como una gran volición de los derechos humanos. Las mujeres no son capaces de determinar su propio destino debido a las leyes vigentes y, a través del matrimonio de menores, las jóvenes se ven privadas de la vida real por un patriarcado injusto en el que pierden virtualmente su dignidad y su vida social. La sociedad se convierte así en una comunidad de individuos que caminan como muertos vivientes, y nuevamente somos testigos de cómo una actitud engañosa hacia las mujeres causa la degradación moral. La actitud patriarcal, promovida por las políticas, el gobierno y el sistema legal para su propio interés, dificulta la vida de las mujeres e impone todo tipo de violencia física y psicológica como el acoso, la violación y la humillación y les niega una vida libre. En tal régimen social y político, el derecho a la vida pertenece a los hombres y sus huellas han sido esculpidas en todas las esferas conceptuales y prácticas. Los hombres son el gobierno, la ley, el juez y el asistente. En cualquier caso, las mujeres carecen de mecanismos defensivos, y en este juego cobarde se convierten en víctimas, ya que no tienen seguridad jurídica, e incluso a veces se vuelven suicidas hasta de la forma más horrible de hacerlo: la inmolación, como consecuencias de verse atascadas en un punto muerto por esta doble opresión.
El régimen iraní siempre ha tenido miedo de la cohesión y la convergencia de las mujeres que buscan la libertad, la lucha y la resistencia, y junto con leyes crueles, los innumerables actos cotidianos han llevado a cabo la prevención de dicha coherencia, y por un lado, han reprimido a las mujeres , y por otro lado, han tratado de organizar mercenarias entre ellas. El objetivo de esta política es alienar a las mujeres de su naturaleza y realidad, y persuadir a las mujeres recurriendo a la violencia, y así tratar de disminuir su presencia y una reforma más profunda de las áreas importantes que se basan en demandas patriarcales. Al imponer un velo obligatorio, legitiman cualquier interferencia en la esfera privada de las mujeres y en los asuntos privados, y su propósito original no es solo cubrir una parte de la sociedad sino también bloquear sus pensamientos y mentalidad para debilitar su participación y acción social.
Como resultado de las funciones del sistema administrativo de este sistema opresivo, ahora hay cientos y miles de reclusas que han sido encarceladas por diversos motivos políticos, civiles y jurídicos, que se ven privadas de sus derechos humanos y de su salud mientras sus vidas están en serio peligro. Cientos de niños, junto con sus madres, han sido colocados en prisión y abandonados a la injusticia prohibiéndoles los derechos humanos básicos. En una sociedad donde estamos presenciando tales actos, ¡no tiene sentido pensar que la humanidad, la república o el gobierno sí existen! El uso de estos términos es demagogia y legitima la continuación del sistema de gobierno. Irán es un régimen que considera que cualquier acto político es un crimen, y la ejecución se usa como una herramienta fácil para gobernar a la comunidad y su sistema administrativo no es una administración humanitaria ni una república. La tortura de mujeres como Zeinab Jalalian, Narges Mohammadi, Athena Daimmi y Golrokh Irani y otras mujeres presas políticas son símbolo del encarcelamiento de toda la comunidad femenina en la sociedad, y no pueden indicar la existencia de un sistema humanitario.
La Sociedad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental cree que la descomposición de las cuestiones políticas, sociales, legales, económicas, la educación de las mujeres y el empleo es su deber, así como presentar una solución coherente con la realidad histórica y contemporánea. La libertad de la comunidad depende de la libertad de las mujeres y la adopción de una solución a los problemas de las mujeres en Irán y el este de Kurdistán, es una tarea de todas las luchadoras. La libertad no es compatible con el sistema del consumismo y sus apariencias ficticias o con los cambios transitorios y superficiales, el tema de la libertad de las mujeres está profundamente enraizado y requiere una profundización en la conciencia para una solución. La Sociedad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental es una organización que se ha alineado para la resolución democrática de los problemas de las mujeres y se ha comprometido con la libertad de las mujeres y la sociedad y los cambios en el sistema arraigado. Es por eso que somos conscientes de la necesidad de resoluciones basadas en los métodos para resolver los problemas.
Las mujeres son las primeras creadoras de una sociedad libre, justa y equitativa, ya que son conscientes del desequilibrio del sistema social por la mentalidad del patriarcado y su autoridad. Las mujeres nunca han aceptado y nunca aceptarán organizar la sociedad en base a condiciones de relaciones sociales orientadas a la autoridad. Las mujeres buscan constantemente condiciones sociales justas, equitativas y libres, y han intentado comprometerse con toda la sociedad. La ética como conciencia de la justicia y la libertad de la comunidad, y la conciencia social y la democracia como método para liberar a la sociedad, que proporciona una base de convivencia para todas las diversidades de la sociedad, establece el orden y la coherencia, la capacidad de acción y la toma de decisiones, algo que no tiene un significado real sin la presencia de mujeres. ¿Acaso es posible lograr una política de saber común, una lucha por la liberación y una política justa sin la participación de una gran parte de la sociedad, es decir, las mujeres? ¿Pueden las políticas democráticas fundarse sin las mujeres que son el verdadero símbolo de la libertad? El siglo XXI, desde este punto de vista, es un siglo de crecientes demandas de las mujeres y un siglo de libertad para estas. A pesar de intensificar y universalizar las presiones y la violencia contra las mujeres, sus luchas han cruzado las fronteras y se han globalizado. Las mujeres han creado una gran concienciación con sus luchas y han demostrado que la sociedad democrática, una comunidad moral y política, sin la libertad de las mujeres, ni siquiera puede concebirse.
En Irán, las mujeres promueven cada vez más sus luchas para crear una sociedad libre, igualitaria y democrática, y al utilizar su herencia revolucionaria, reclaman sus demandas de varias maneras. Las mujeres kurdas con años de experiencia en la lucha por la libertad han iluminado el camino de la lucha de la libertad de las mujeres en Oriente Medio. Se ha demostrado que las luchas de liberación de las mujeres conducirán a la democracia y la libertad en todo Irán. La protesta y la lucha durante el año pasado lo han demostrado más que nunca. El régimen gobernante también debe reconocer que en lugar de refugiarse en asuntos diplomáticos y recurrir a fuerzas extranjeras, pueden confiar en el potencial doméstico y valiente para corregir su actitud y mentalidad al tratar con libertarios, puede proporcionar un camino para resolver los problemas de la sociedad, y un nuevo horizonte en dirección a la democratización. En este sentido, presentamos nuestras soluciones:
Luchar contra la injusticia es una lucha legítima. Una de las principales tareas de La Sociedad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental es promover las políticas ideológicas, políticas, económicas y sociales y crear conciencia de autodefensa en todas las incursiones contra las mujeres en la sociedad. Los artículos que mencionamos anteriormente son soluciones para abordar los derechos y las libertades fundamentales de las mujeres.
Sin lugar a dudas, existe una necesidad de lucha generalizada para garantizar la libertad. Por lo tanto, las mujeres tienen muchas responsabilidades. Las mujeres kurdas, árabes, azeríes y persas deben unirse y las mujeres en las instituciones y organizaciones deben trabajar activamente en esta dirección. Cabe señalar que la lucha por la libertad no será gratuita y requerirá mucha dedicación y apoyo. Aquellos que no luchan de manera organizada, no podrán tener éxito y una victoria indeleble. Las mujeres tienen el poder de romper los sistemas dominantes, solo necesitan confiar la una en la otra y organizarse. La Sociedad de Mujeres Libres del Kurdistán Oriental cree que el potencial de las mujeres en Irán y el Kurdistán Oriental y su alianza es suficiente para hacer grandes cambios en el país. Al confiar en esta fuerza y salvaguardar el legado de las luchas históricas de las mujeres, las mujeres mejorarán su nivel de lucha y nunca abandonarán la libertad y la igualdad.
¡La mujer libre es una mujer organizada! ¡Larga vida a la organización de las mujeres!
¡Todo para la mujer, para la vida, para la libertad!
¡Larga vida a la resistencia de las mujeres contra la dominación!”