Ögmundur Jónasson, Asociado Honorario de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa y firmante de la iniciativa internacional ‘Freedom for Abdullah Öcalan—Peace in Kurdistan’, ha enviado una carta abierta a la Secretaria General del Consejo de Europa Marija Pejčinović Burić para plantearle la cuestión del aislamiento impuesto a Abdullah Öcalan.
Jónasson ha escrito: “Permítame explicar por qué he decidido escribirle una carta abierta. En cierto modo, considero que mi carta es una continuación de mi visita al Consejo de Europa en la primavera de 2019 y del diálogo que entablé entonces con su oficina y el CPT. Esto fue a raíz de una Delegación Internacional de Paz en Turquía que pidió el fin del aislamiento agravado del líder kurdo encarcelado Abdullah Öcalan y la reanudación de las negociaciones de paz entre las autoridades turcas y la comunidad kurda.
Desde entonces, hace un año y medio, he estado en otras dos misiones de investigación en Turquía (la última, en febrero de este año, fue virtual a causa de la Covid-19) con el mismo objetivo: defender el respeto a los derechos humanos y reanudar las negociaciones de paz con la comunidad kurda. Como explicaré, una condición previa para que esto tenga éxito es que Abdullah Öcalan sea invitado a la mesa de negociaciones. Sin embargo, la chispa para escribir esta carta ahora son las noticias que recientemente se han difundido rápidamente en las redes sociales con rumores sobre el grave estado de salud de Abdullah Öcalan, incluso de su fallecimiento. Esto fue negado por las autoridades, pero no pudo ser confirmado debido al confinamiento solitario de Öcalan en la prisión de İmralı. Esto pone de manifiesto el peligro de mantener en la oscuridad, en total aislamiento, a un preso político de la categoría de Abdullah Öcalan”.
Jónasson continúa: “Conozco muy bien las limitaciones a las que se enfrentan el CPT y la Secretaria General del Consejo de Europa a la hora de actuar contra los abusos de los derechos humanos, pero también debe haber límites a la inacción. A veces no basta con decir que una situación es ‘inaceptable’ cuando la realidad es tal que no debería tolerarse bajo ningún concepto. El Presidente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo visitó Turquía el año pasado, invitado por las autoridades turcas, para recibir una medalla honorífica”.
Jónasson termina su carta con las siguientes observaciones: “¿Puedo preguntar a la Secretaria General del Consejo de Europa cómo el bastión de los derechos humanos en Estrasburgo va a honrar a las víctimas de esas mismas autoridades? Creo firmemente que un cambio positivo en la situación de Abdullah Öcalan contribuirá a la estabilidad, a la paz, al estado de derecho y a la democratización en Turquía, lo que es bueno para todos nosotros. El Consejo de Europa puede desempeñar un papel importante en este sentido”.
El texto completo de la carta puede leerse aquí.