Özsoy: El PKK ha fortalecido la mano de Öcalan en la mesa de negociación

Hişyar Özsoy afirmó que la última decisión del PKK refuerza el papel de Abdullah Öcalan en las conversaciones de paz.

PROCESO DE PAZ

El exdiputado del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Hişyar Özsoy, habló con ANF sobre la nueva fase iniciada por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en respuesta al reciente llamado de Abdullah Öcalan. Özsoy calificó la decisión del PKK como un nuevo comienzo y señaló que, sobre esta base, la lucha política kurda adquirirá una forma más fuerte y definida.

Hişyar Özsoy comenzó recordando a Sırrı Süreyya Önder, miembro de la Delegación de Imralı, fallecido el 3 de mayo. "Sırrı Süreyya tenía muchas cualidades, pero se le recuerda sobre todo como un activista por la paz y un símbolo de esa lucha. Ese fue el papel que finalmente encarnó. Durante muchos años, estuvo junto al Sr. Öcalan como compañero y realizó grandes esfuerzos para avanzar en el proceso de paz. Aunque las negociaciones iniciadas entre 2012 y 2013 se interrumpieron, ahora estamos viendo surgir una nueva voluntad tras una década de guerra intensa", dijo el exdiputado.

 

La esperanza trae consigo peligros y riesgos

Hişyar Özsoy se refirió a la nueva fase iniciada por el PKK tras las discusiones entre Abdullah Öcalan y el Estado. Subrayó lo siguiente: "Por un lado, está la situación del Sr. Öcalan, líder del pueblo kurdo, sometido durante mucho tiempo a condiciones de aislamiento. Por otro, están las políticas represivas de la alianza Bahçeli-Erdoğan. Lo que presenciamos hoy es, en muchos sentidos, esperanzador, pues ha reaparecido la posibilidad de paz. Pero también hay temor, moldeado por decepciones pasadas y esperanzas truncadas. En otras palabras, junto a la oportunidad y la esperanza, también hay graves peligros y riesgos".

No es un final, sino un nuevo comienzo

Hişyar Özsoy destacó el papel protagónico de Abdullah Öcalan en este proceso y continuó: "Al abrazar su liderazgo, el PKK está haciendo un profundo acto de sacrificio que fortalecerá su posición en la mesa de negociación. Visto desde la cultura de sacrificio históricamente conocida del PKK, esto puede considerarse un acto final de tal compromiso. Una organización guerrillera con más de 50 años de historia ha llegado a un punto en el que incluso contempla poner fin a su existencia armada. Pero esto no es un final; de hecho, es un nuevo comienzo. Refleja una voluntad decidida de sacar la lucha política kurda, así como las demandas de democracia, justicia y libertad en Turquía y Kurdistán, de la espiral de las armas y la violencia, y reorganizarlas mediante nuevas formas de organización, nuevos métodos de lucha y nuevos discursos. Así debe entenderse este proceso".

Özsoy enfatizó la importancia de este proceso para resolver la cuestión kurda y lograr la paz social, declarando:

"Esperamos sinceramente que esto marque el inicio de una nueva era, en la que los jóvenes ya no mueran y las madres y padres ya no lloren. Lo digo no como un cliché, sino como un deseo sincero. Debemos construir juntos un clima político en el que la muerte, la tortura y el encarcelamiento dejen de definir la política, y donde podamos discutir abiertamente nuestros problemas, ante todo la cuestión kurda, y buscar soluciones. Por supuesto, los desafíos son enormes. La cuestión kurda, entre otras, tiene dimensiones regionales y globales complejas y profundamente entrelazadas. Estos problemas no pueden resolverse de la noche a la mañana.

Pero estamos trabajando para crear las condiciones y bases necesarias para resolverlos en un marco libre y democrático. Sırrı Süreyya fue uno de los que más contribuyó a estos cimientos. Si llega la paz, él también descansará en paz donde yace. Que esta sea nuestra promesa para él".