Tras un juicio de cuatro meses, el Senado de Protección Estatal del Tribunal Superior de Koblenz ha sentenciado a tres años y cinco meses de cárcel al activista kurdo Gökmen Çakil. Después de 15 días de audiencias, el tribunal ha considerado probada la relación de Çakil con el PKK y, por tanto, responsable del delito de terrorismo según el artículo 129b del Código Penal alemán.
Un gran número de personas estuvieron presentes durante la lectura de la sentencia. El periódico Yeni Özgür Politika escribió que el acusado fue recibido con aplausos y lemas como “Bijî Serok Apo” [Larga vida al líder Öcalan] cuando entró en la sala. También, que cuando se leyó el veredicto “en nombre del pueblo”, muchos de los allí presentes respondieron airados “¡en nombre de Erdogan!”. Las protestas continuaron tras la finalización del juicio.
Gökmen Çakil habló varias veces durante el juicio. En la audiencia del 15 de enero lamentó que “kurdos y alemanes tengan que enfrentarse en este tipo de juicios”. Dijo estar convencido de que sus actividades “no habían perjudicado en absoluto a Alemania ni al pueblo alemán ni a la democracia alemana”. Razón por la que, entre otras, consideraba que las acusaciones de la fiscalía eran “realmente hirientes”. Definiendo la guerra como “una cosa triste y maldita” y “una maldición para la humanidad”, se preguntó: “¿Qué puedes hacer cuando te atacan con tanques, armas y aviones?. No se puede esperar que los kurdos se rindan ante sus asesinos”.
El Fondo de Asistencia Jurídica Azadî declaró lo siguiente antes de que se anunciara el veredicto: “Los juicios basados en el artículo 129b no tienen nada que ver con la justicia ni con la independencia de las decisiones judiciales, sino con los intereses de la política exterior y económica a los que deben someterse los senados de protección estatal de los tribunales regionales superiores”.